El cura Leandro Bonnin puso en discusión el rol del Estado en la administración de la cuarentena que rige en el país desde el 20 de marzo último por la pandemia de coronavirus.
Bonnin subió un video a redes sociales y mostró su molestia por la denominación que adquirió la fase 5 de la cuarentena en la provincia de Corrientes, donde el gobernador Gustavo Valdes decidió permitir desde este fin de semana las reuniones sociales: los sábados, con amigos; y los domingos, con familiares.
«Me llamó mucho la atención que en esta semana una de las provincias en la Argentina pasó a la fase 5. Y esta fase 5 se denomina ´nueva normalidad´. Pero lo curioso es que dentro de lo establecido para esta nueva normalidad, se dice que se permiten las reuniones sociales con un máximo de hasta 10 personas, los sábados con amigos, y los domingo con familiares. Y yo lo que quiero decir, que estoy seguro que lo vas a compartir conmigo. es que esto no es normalidad. Ni nueva, ni vieja, ni futura», dijo el sacerdote, párroco de Cristo Peregrino, en Paraná.
Y fue más allá todavía con su crítica que alcanzó a la misma administración por parte del Gobierno de la cuarentena por la pandemia. «No es normal -aseguró-. No está bien que sea el Estado el que nos diga qué días nos podemos reunir con unas personas o con otras. La normalidad auténtica, la que todos queremos, la que necesitamos y a la que tenemos derecho, es que podemos reunirnos cualquier día a la semana con cualquier persona. Por lo tanto, me parce incorrecto, y que tenemos que estar atentos, a que a esto lo llamen normalidad».
Por eso, fustigó Bonnin: «No es normal . Que no nos vendan gato por liebre. Llámenlo fase 5; llámenlo cuarentena extendida; llámenlo flexibilización del aislamiento. Pero no lo llamen normalidad porque no lo es. Atento, para que no nos cambien el sentido de las palabras y así nos dejan sin la capacidad de pensar, de analizar y de criticar».
La viralización del video con esos conceptos generó repercusión y, claro, críticas al sacerdote, que realizó un nuevo posteo, un texto escrito, en el que profundizó su posicionamiento.
«Estimados amigos, como suele suceder cuando opino sobre la realidad actual, se suscitan malos entendidos y también soy víctima de insultos y ataques infundados. Aclaro, entonces, para los que no me conocen:
«1. Lo que expongo en el video forma parte de mi misión como sacerdote y del anuncio de la doctrina social de la Iglesia. Podría citar muchos textos bíblicos y del Magisterio que establecen claramente el límite del poder estatal y la defensa de las libertades individuales.
«2. No soy peronista ni antiperonista: desde que soy sacerdote he hablado con total libertad, gobierne quien gobierne. El que tenga dudas, vea mis publicaciones de 2018 y 2019.
«3. No estoy de acuerdo con aquellos que hablan de “falsa pandemia”: para mí la pandemia es real, pero también es real que los poderosos de turno están aprovechando la coyuntura política para ejercer su autoridad más allá de los límites razonables y las normas constitucionales, en todos los países.
«4. No soy “anticuarentena”: la cuarentena es el medio más eficaz ante una pandemia. Sí tengo una postura crítica ante la extensión de la misma o ante las diferentes actividades que se exceptuaron y otras que no. No estoy de acuerdo, por ejemplo, que los difuntos tengan que ser enterrados sin velatorio y que los periodistas puedan trabajar como lo hacen; o que mi mamá no pueda ver a sus nietos y Marley vaya a la casa de las famosas o se junten a comer en la tele. No estoy de acuerdo con que la gente se pueda juntar en los bares a comer pero no en las iglesias a celebrar la Eucaristía. Y tengo derecho a no estar de acuerdo, pero no estoy llamando a la desobediencia civil.
«5. Repudio absolutamente todos los crímenes cometidos por miembros de la Iglesia, así como el silencio que algunos sacerdotes puedan haber guardado frente a la violación de los derechos humanos de las personas. Por eso mismo, porque considero que nuestros derechos están en peligro, hablo con claridad para advertir.



«6. Repudio absolutamente la pedofilia cometida por algunos sacerdotes católicos: estuve en los inicios del programa ´ambientes seguros´ en mi arquidiócesis -creado para prevenir y erradicar el abuso de cualquier tipo en instituciones católicas- y fui testigo en un juicio contra un sacerdote acusado de pedofilia, acompañando de diversos modos a algunas de las víctimas.
«7. Más allá de lo que expuse en el punto 6 y 7, el recurso a la acusación por delitos que yo no cometí es una burda falacia, a la cual estoy acostumbrado, cuando no pueden rebatir los argumentos que expongo.
«8. Soy profesor de filosofía, y si algo he aprendido en los últimos años, es que la cuestión del lenguaje es clave para los procesos sociales. Quien maneja la semántica de las palabras, maneja el pensamiento imperante, maneja la cultura, maneja la sociedad. Por eso me rebelo contra el uso indebido de la palabra “normalidad” para una situación completamente anómala.
«9. Soy párroco de una parroquia ubicada en una zona marginal en Paraná. Si alguien quiere venir a ´laburar´ o a ´hacer algo por la gente´, lo invito a acercarse cualquiera de estos días y vamos a visitar la gente.
«10. No rehuyo el debate de ideas, pero nunca insulto a nadie, y creo que no está bueno que me insulten».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora