La chica que quiere subirse al ring

Ailín Pérez y Fabián Monzón viven en Concordia.

Ailín tiene 25 años, es mamá y entrena todos los días porque se dedica exclusivamente al deporte. Y alguna vez, si consigue el apoyo publicitario necesario, viajará a Rusia a competir.

El de agosto quiere viajar a Rusia.

Pelea desde los 11 años y un golpe accidental casi la saca de la carrera hace algunos años.

Fabián tiene 43 años, es profesor de Geografía en la cárcel, cursa Profesorado en Educación Física, se recibió de Director Técnico en la Federación Argentina de Box (FAB) y entrena a deportistas.

Ailín se prepara todo el tiempo, más ahora que tiene en agenda una pelea internacional, que está sujeta a este mundo con pandemia.

Entrenan en la casa de Fabián, pegada a la estación de trenes de Concordia. Desde cierto lugar, la escena es simple: son dos personas que entrenan, que se preparan y ponen todo para hacerlo.

Pero desde otro lugar, estamos ante algo muy complejo: pelean sin saber cómo será el mundo para esa fecha, contra los fantasmas propios, el pasado y la ansiedad.

Pelean día a día contra un rival que está haciendo lo suyo del otro lado del mundo -con otras condiciones- y lo hacen, también, contra todos los prejuicios: como profetas entrenando en su tierra, como deportistas de combate y Ailín, además, pelea contra todo eso como mujer y como mamá.

Así, con todo eso sobre el lomo, construyen un triunfo día a día, como miles de deportistas en Argentina y en nuestra provincia.