El denunciado ex jardinero K y ex asesor de Cultura del anterior gobierno entrerriano, Ricardo Barreiro, posee en Entre Ríos un complejo turístico con spa, que está instalado en la ciudad de San José desde fines de 2014. Tiene como gerente a una mujer de Rosario, que también aparece en otros emprendimientos de Barreiro que están bajo la lupa de organismos nacionales por lavado de dinero. La administradora del complejo en San José es la hermana del exfuncionario de Cultura de la provincia, Sebastián Lorenzo, según publica en la edición de hoy la revista “Análisis”.
Desde principios de 2015, Barreiro dispone de un  complejo de bungalows, desarrollado en unos 13 mil metros cuadrados -que son tierras municipales de las termas de San José-, donde se habría invertido más de un millón de dólares, de acuerdo a las estimaciones de los más entendidos. Barreiro llegó a la ciudad de San José de la mano del exministro de Cultura y actual diputado provincial, Pedro Báez, quien ya venía apostando a inversiones privadas en el tema turístico desde mediados de 2011, pero por un pedido especial del ex funcionario del área, Sebastián Lorenzo. Este último conocía a Barreiro de Capital Federal, cuando se enroló en las filas del kirchnerismo.

 

Sebastián Lorenzo.

Sebastián Lorenzo.

“Nunca supe que estuviera Barreiro”, dijo el ex intendente Pablo Canali y actual senador provincial vecinalista, al ser consultado al respecto. En realidad, cuando se hizo la licitación pública 003/2012 para la “concesión de un terreno para emprendimiento turístico”, resultó ser adjudicataria la empresa LFB Logistics SRL (en formación), con sede en Avenida Libertador 1003, departamento 20, de Calafate (Santa Cruz). Al parecer, a nadie se le ocurrió preguntar qué hacía una firma del sur del país, dedicada al “alquiler de maquinarias y equipos de NCP”, interesada en invertir en San José. La cara visible inicial del proyecto turístico fue Pablo Fabricio Casarosa, domiciliado en Esquel (Chubut), pero con funciones en el Ministerio del Interior y muy identificado con el kirchnerismo. En su Facebook, el hombre disfruta como pocos, posando como un fan, con Néstor Kirchner, Cristina Fernández o el ex ministro Aníbal Fernández. Tampoco nadie le preguntó nada. Pero Casarosa no estaba solo: a su lado y en realidad al frente del control del lugar, quedó Julieta Lorenzo, vaya casualidad, hermana del ex funcionario del Ministerio de Cultura de la provincia, Sebastián Lorenzo, considerado “un amigo” del ex ministro Fernández, con quien cumplió -antes de retornar a Entre Ríos- un cargo de cuarta categoría en una de las estructuras oficialistas.

En poco tiempo, Lorenzo se transformó en un personaje de los más cercanos al ex ministro Pedro Báez, por lo cual quedó en lugares estratégicos del organigrama oficial y siempre fue hombre de consulta. En la provincia fue designado director del Centro Experimental de Industrias Culturales de Entre Ríos (Ceicer).

Julieta y Sebastián Lorenzo son hijos de la ex diputada nacionalDelma Noemí Bertolyotti (PJ / 2003-2005), oriunda de Concepción del Uruguay.
Sebastián Lorenzo siempre ha estado al resguardo del poder político.
En 2008 se incorporó al desarrollo del programa TV Digital Argentina, y dos años después empezó a trabajar con el ahora senador Aníbal Fernández en la dirección de la Escuela Nacional de Gobierno de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

En 2012 volvió a Entre Ríos, y acá quedó bajo el ala del exministro de Cultura y Comunicación, Pedro Ángel Báez, quien lo nombró director del Centro Experimental de Industrias Culturales de Entre Ríos (CEICER), adonde estuvo hasta agosto de 2015.
Luego, Lorenzo pasó a controlar la productora de contenidos propagandísticos preferida del exgobernador Sergio Urribarri: Think Grupo de Comunicación SRL. El dato lo revela un edicto de la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas publicado el 25 de noviembre de 2015 en el Boletín Oficial.

El 12 de mayo de 2015, Sebastián Lorenzo pasó a controlar la productora de contenidos ubicada en Avenida Alameda de la Federación al 100, en Paraná.

Ese día, se reunieron los socios de Think Grupo de Comunicación SRL, “a los efectos de considerar el siguiente orden del día: la señora María Inés Muhlmann informa que en el día de la fecha ha cedido la totalidad de sus cuotas en la sociedad Think Grupo de Comunicación SRL, a la señora Amalia del Carmen Heinitz, y que el señor Miguel Antonio Mancioni, ha cedido 420 cuotas a la señora. Amalia del Carmen Heinitz y 540 cuotas al señor Sebastián Manuel Lorenzo”.
Think Grupo de Comunicación SRL, según el periodista Daniel Enz, fue fundada por el ahora funcionario Sergio Gómez, y por el publicista Ignacio La Barba. Pero nunca ninguno de los dos figuraron en los papeles: quien sí figura es la esposa de La Barba, Amalia del Carmen Heinitz, que ahora se convirtió en una de las “socias mayoritarias” de la productora junto a Lorenzo.
Desde Think Grupo de Comunicación se manejó casi durante las dos gestiones de Urribarri buena parte de la cuenta publicitaria del Gobernador y del Ejecutivo, aunque la firma tiene una capital social mínimo, de $12 mil.
La productora ahora pasó a manos de Lorenzo, el funcionario que, hasta 2013, cultivó el bajo perfil. Ese año se conoció el texto del decreto N° 3.793, del año 2012, por el cual el gobernador Urribarri y su ministro Báez nombraron a Ricardo Barreiro funcionario del Gobierno. El cargo que le dieron: coordinador de Relaciones Institucionales del Centro Experimental de Industrias Culturales de Entre Ríos (Ceicer), subalterno de Lorenzo.
El primer sitio que divulgó la designación de Barreiro fue www.riobravo.com.ar. Lo publicó 15 de mayo de 2013:
Barreiro, desde entonces conocido como el “jardinero K” fue, efectivamente, el jardinero de la familia Kirchner en Santa Cruz, pero pronto dejó los almácigos y las macetas para convertirse en empresario próspero. Y siendo empresario próspero ligado a los K consiguió contratos con varios gobiernos provinciales, entre ellos el de Entre Ríos.

Pero aquí, además de funcionario, fue también contratista del Estado, una situación de grosera irregularidad que derivó en la apertura de una causa judicial en su contra. El denunciante fue el abogado Guillermo Mulet, de acuerdo a lo que reveló el sitio www.paginajudicial.com:

El propio Lorenzo lo confirmó por escrito en junio de 2014 ante el Juzgado de Instrucción Número 7, que procesó a Barreiro por falsificar un documento para ocultar que tiene un cargo en un área que depende del Ministerio de Cultura y Comunicación y así presentarse a una licitación. Dijo que conocía a Barreiro “de la militancia” y que lo contactó porque consideró que podría hacer gestiones de promoción cultural en Capital Federal -a pesar de que el jardinero vivía en El Calafate, provincia de Santa Cruz-; como su tarea era de favor, luego sugirió designarlo como “asesor cultural” para que pudiera percibir viáticos por lo que hacía, pero que el propio Barreiro rechazó la designación, pero que la resolución se hizo de todos modos y no alcanzó a avisarle al jardinero.

Ahora, la causa que involucra al jardinero K está a punto de ir a juicio.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.