El responsable de la Pastoral Social del Arzobispado de Paraná, el exdirigente del Sindicato del Seguro José María Velázquez, planteó ante el arzobispo Juan Alberto Puiggari una serie de prioridades a atender en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus, con especial anteción en los nuevos pobres que dejó la pandemia y el aislamiento de más de 100 días: la clase media que perdió sus fuentes de ingresos.
Velázquez le punteó a Puiggari cinco aspectos a tener en cuenta:
- La cantidad de personas de la clase media que se han quedado sin trabajo.
- Seguir alentando a los sacerdotes para que trabajen con sus Comunidades para dar respuestas inmediatas en la pandemia
- Volver a celebrar misas en todos los templos de Entre Ríos donde esté autorizado (Paraná no, porque tiene circulación activa del virus).
- Seguir con las campañas de abrigo y frazadas
- Articular con el gobierno provincial y el municipal las acciones para llegar a todos en el menor tiempo.
«Hay que hablar mucho de los empobrecidos», afirma Velázquez en diálogo con Entre Ríos Ahora.

Tras el encuentro con Puiggari, el responsable de Pastoral Social dijo que en la reunión se insistió «en la necesidad de tomar conciencia de cuidar los protocolos para evitar la circulación y el contagio del Covid-19, más, teniendo en cuenta que Paraná es una ciudad de muchos casos. Tomar conciencia de que es una pandemia, que si bien es cierto nunca vivida por nosotros, hoy la tenemos en nuestra tierra y debemos respetarla, cuidándonos y cuidar a los demás».
También, sobre la necesidad de la vuelta de la celebración de las misas con fieles en los templos -según la pauta que estableció el Gobierno provincial-, un pedido que habían formulado los tres obispo de Entre Ríos (Puiggari, de Paraná; Armando Collazuol, de Concordia; y Héctor Zordán, de Gualeguaychú). «Hablamos de la necesidad de volver a las celebraciones en nuestros templos, comenzando en las localidades de la arquidiócesis donde no hay circulación de Covit-19. No sólo por una necesidad psicológica, sino para encontrarnos con el Señor y hacer ver la importancia de nuestro credo», dijo.
Pero además planteó que otro asunto que estuvo presente en la agenda de temas tratados con el jefe de la Iglesia local es la crisis social. Al respecto, dijo que se abordó «la necesidad de visualizar la realidad de la clase media, que se está quedando sin trabajo y la importancia de pensar ya en una salida para toda esa gente, a través de pequeñas pymes o cooperativas… para cuando se reactive la economía».
En ese sentido, destacó «el gran trabajo de todas las parroquias, tratando de dar respuestas en lo inmediato con alimentos, ropa de abrigo, cobijas, etcétera, como también la asistencia espiritual individual a los feligreses».
El último sondeo social, la Encuesta Permanente de Hogares, arrojó números preocupantes pre-pandemia.
En Paraná la tasa de desocupación se ubica en el 6,4% (en el cuarto trimestre de 2019 fue del 9,1%) y la subocupación –personas que están en empleos precarizados o que trabajan menos de 36 horas a la semana- se ubicó en el 7,7%, muy por debajo del 19% del último período del año pasado.
En el Gran Paraná, según el Indec, hay 116 mil personas ocupadas sobre una población económicamente activa de 124 mil.
Sobre ese total, hay 8 mil desocupados y 10 mil subocupados. Pero hay un dato llamativo: 11 mil son ocupados demandantes de un segundo empleo.
Foto: Arzobispado de Paraná
De la Redacción de Entre Ríos Ahora