«La decisión de realizar la misa, fue mía exclusivamente. Soy el responsable de este oficio religioso, y obviamente me voy a hacer cargo de las consecuencias por lo que hice».
De ese modo, el párroco de San Miguel Arcángel, de Paraná, el cura Gustavo Horisberger, justificó hoy la celebración de una misa con fieles, una práctica no habilitada en la ciudad. El oficio tuvo lugar en la plazoleta cuya construcción financió el Gobierno provincial como parte de los trabajos de restauración de la Capilla Norte de San Miguel.
La explicación se la dio al diario Uno, que contó la noticia de la peculiar celebración religiosa.

La plazoleta y las obras de restauración se inauguraron en septiembre de 2019. Y aunque el predio se pensó como un sitio abierto al público, siempre permaneció cerrado. Lo decidió el propio Horisberger con el argumento de que la iglesia no tiene modo de controlar la seguridad.
Cuando lo consultó Entre Ríos Ahora, el sacerdote explicó el porqué de oficio religioso este domingo, con la presencia de fieles. «La decisión de celebrar públicamente la misa fue mía, pero hemos hecho un discernimiento comunitario. Vimos que podíamos cumplir con los requerimientos de bioseguridad (alcohol, amonio cuaternario, barbijo, distanciamiento, comunión en la mano, etcétera), que por otra parte se utilizan en diversos lugares, supermercado, bancos, bares y pensamos que era posible».
«No fue una decisión de trasnochados; también lo hemos puesto en nuestra oración. Nos animamos a hacerlo porque creímos que cumplíamos bien. Me animo a decir, desde una sana eclesiología, que el templo no es esencial, pero sí lo es la Eucaristía: eso sí es esencial…es vital para los católicos», aseveró.
El sacerdote restó importancia a la presencia de fieles como forma de concretar la colecta en dinero -una mecanismo de sostenimiento del culto que se ha visto sensiblemente afectado por la falta de fieles en los templo-, y aseguró: «No me mueve la necesidad económica por no tener colecta, que es un tema recurrente de los medios: me mueve la necesidad espiritual de los ciudadanos, que además de cumplir con sus obligaciones tienen integrada a su vida la fe. El Evangelio de hoy narraba la multiplicación de los panes y los peces. El texto tiene dos aspectos, uno la sensibilidad humana de Jesús por la gente y la alimenta; la otra, que el texto hace referencia a las palabras utilizadas en la última cena, clara referencia a la Eucaristía. Debemos tener una mirada no excluyente de esta doble realidad del ser humano, lo material y lo espiritual ambas son importantes. Hoy respondimos a este aspecto que era un grito silencioso de buena parte de la ciudadanía».
Las misas con fieles no están autorizadas en Paraná. Como contó Entre Ríos Ahora, el párroco de la Iglesia Catedral, el vicario general Eduardo Tanger presentó una nota al intendente Adán Bahl y pidió que se habilite la celebración de misas con fieles.
Pero de momento no hubo respuesta oficial.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.