Javier Sebastián Paniagua es uno de los ocho candidatos a Defensor del Pueblo y Defensor del Pueblo Adjunto de Paraná que pasó este martes por el recinto del Concejo Deliberante.

Se trata de una cara conocida en la Comuna: es un trabajador municipal con 25 años de antigüedad, de planta permanente, y que se desempeña en la Dirección de Parques y Paseos. Pero también es reconocido por haber sido condenado en 2017 por la Justicia por el delito de violencia de género.

En rigor, el 6 de febrero de 2017, la jueza María Firpo lo halló “autor material y penalmente responsable de los delitos de Desobediencia Judicial reiterada y Lesiones leves, concursados realmente, todo ello en una situación de violencia género”.

La pena que le impuso fue de 2 años de prisión de ejecución condicional, más la prohibición de acercamiento a 200 metros de VL, la víctima denunciante; le fue vedado también la realización de actos molestos o perturbadores, por cualquier medio, a la denunciante; y la realización y debida acreditación de tratamiento psicológico.

Tras concluir la condena, Paniagua consideró que tenía aptitudes para postularse para Defensor del Pueblo de Paraná. Y así lo hizo. Primero se anotó en la convocatoria de fines del año pasado, que naufragó en el medio del cambio de gestión.

Ahora, se retomó aquella lista de concursantes. Este martes, en el Honorable Concejo Deliberante se realizaron 8 entrevistas a postulantes. Uno de los que expuso ante los ediles fue Paniagua.

Al inicio de su exposición, sostuvo que participó de la Convención Constituyente de 2008, que reformó la Constitución provincial. Y que entonces integró la comisión de Iniciativa y Participación Ciudadana, donde “solicité que se incluya la obligación de los legisladores a presentar al año al menos 45 proyectos de Ley”.

Asimismo, dijo que la misma propuesta formalizó en la comisión de Régimen Municipal, pero hacia los concejales.

Pero el momento más insólito fue cuando Paniagua expuso algunas de sus ideas para impulsar si es elegido Defensor del Pueblo.  Primero propuso un censo barrial y la gratuidad del transporte público durante 49 días, para “pagar la deuda social y política” con la sociedad que sufrió el conflicto durante ese período.

“Si hubiese sido intendente, le devuelvo a la gente lo que gastó en ese tiempo y con la que se tiene una deuda social. Cómo se devolvería: con 49 días gratis en el transporte público”, postuló.

Enseguida, afirmó que si llega al cargo pedirá más presupuesto para una campaña mediática. “Pediría tener un presupuesto más amplio para pautas publicitarias de prevención, para hacer conocer a la ciudadanía. Publicidad contra el bullying, el grooming, contra el consumo de drogas, la trata de personas, contra la violencia de género, o difundir la Ley de Discapacidad, algunas patologías del autismo o Asperger”, planteó.

Su exposición no generó ninguna pregunta entre los concejales, que le dejaron pasar la referencia a la violencia de género. Nadie recordó que el postulante fue condenado por atentar contra los derechos de una mujer.

Finalmente, Paniagua se despidió del recinto realzando la figura del Papa Francisco, con quien se identifica. “El Papa Francisco recorría las villas miserias y vivía humildemente sin servidumbre, viajaba en colectivo o subte a diario, y que se cocinaba él mismo. Y con esa humildad logró llegar al Vaticano para ser el Papa Francisco del mundo”.

Luego recordó el discurso de 2013, en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, donde el Papa, pronunció la frase que luego se convertiría en el lema de la juventud cristiana: “Hagan lío”.

“Hablo del lío donde se vean beneficiados los que menos tienen, los más humildes y excluidos. Es por estos motivos que les pido me dejen llegar ser Defensor del Pueblo o con ser Defensor Adjunto me bastaría. Lo importante sería volcar mi accionar en pos de la gente que vive en los barrios”, cerró.

El candidato se retiró, sin ningún interés de los concejales por saber más de sus propuestas.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora