Tres medios nacionales se hicieron eco del caso que contó en exclusiva Entre Ríos Ahora: la denuncia judicial por abuso al cura José Francisco Decuyper presentada por su sobrino Sergio Decuyper, el sábado, ante los fiscales Fernanda Ruffatti y Leandro Dato de la Unidad de Abuso y Violencia de Género del Poder Judicial.
El caso generó el interés de los medios nacionales por la tercera de la serie de notas que publicó Entre Ríos Ahora: Sergio Decuyper relató sus encuentros con el papa Francisco, en la residencia Santa Marta, en el Vaticano, y cómo el pontífice le pidió que guardara silencio, que no denunciaras a su tío sacerdote por abusos por su estado de salud. El cura Decuyper padece Alzheimer y está alojado en la residencia para religiosas Jesús Buen Pastor, en calle Italia al 400, de Paraná.

«Tiene 42 años y denunció a su tío sacerdote por abuso sexual y al Papa Francisco por encubrimiento», tituló Clarín una nota que firmó la periodista Mariana Iglesias, editora de género del diario de mayor circulación del país .
“No denuncies a tu tío”: el consejo de Francisco a la víctima de un cura de Entre Ríos puso en portada La Izquierda Diario, que recoge las crónicas ya publicadas por Entre Ríos Ahora.
También la revista Noticias, de Editorial Perfil, abordó el tema de la denuncia de Sergio Decuyper y el relato sobre el trato descortés que recibió en el Vaticano y la indiferencia del papa Francisco.

«Abuso sexual en la Iglesia: ´El Papa Francisco me dijo: No denuncies», tituló Noticias.

La publicación recoge el testimonio de Sergio Decuyper y sus encuentros con el Pontífice, que cuenta: «Le escribí para desahogarme, le dije: ´Querido padre, me pasó esto con mi tío, ayudame´. Se la mandé a través de un amigo sacerdote que viajaba a Roma. Y el 17 de marzo del 2019, el Papa me llamó por teléfono. Me dijo: ´Sergio, yo te creo´. Fue la primera persona de la Iglesia que me creía, que me escuchaba. Yo le decía que hubo momentos en los que pensé que todo era un sueño, que yo era un niño y que fue horrible. ´No, Sergio, yo conozco otros casos. Lo que te pasa a vos es normal´, me dijo. Me creyó, me dijo que tenía que hacer terapia y pedir ayuda. Entonces, le comenté que se lo quería contar a mis padres y ahí fue su primer error. Me respondió: ´No se lo cuentes porque van a sufrir mucho´. Cuando él me dijo eso mi cuerpo se tambaleó. La pucha… necesitaba contárselo a mis padres por mi historia personal, porque ellos nunca me habían entendido ni entendieron por qué yo me fui. El Papa me dedicó tiempo. Hablamos de sus abuelos que llegaron de Italia a Paraná. Me contó mucho de su vida, de su familia».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora