El juez de juicio Gustavo Pimentel rechazó esta tarde un planteo de la defensa y confirmó que Jorge Nicolás Martínez, sindicado como autor del femicidio de Fátima Acevedo, seguirá con prisión preventiva en la Unidad Penal de Paraná por 90 días.

En su resolución, Pimentel entendió que Martínez actuó «deliberadamente con miras a entorpecer el accionar de la Justicia», y destacó el modo cómo el acusado logró que Fátima abandonara el lugar donde residió, la Casa de la Mujer de la Municipalidad, y llevarla hasta su casa, en la zona de calle Hernandarias, donde finalmente la habría ultimado. Así, «demostró una elaborada forma de obrar sobre seguro y sin testigos que eventualmente lo vinculen» con el crimen.

Tras asesinarla, «habría ocultado el cadáver en un aljibe, haciendo muy dificultoso su hallazgo».

El defensor oficial Jorge Sueldo tildó de «arbitraria» la resolución del juez de Garantías Mauricio Mayer, quien el viernes 18 del actual dispuso prorrogar por un plazo de 90 días la prisión preventiva en la Unidad Penal de Paraná de Jorge Nicolás Martínez, acusado por el femicidio de Fátima Florencia Acevedo, ocurrido el 1° de marzo último en Paraná.

Sueldo reprochó la argumentación de Mayer para mantener a Martínez en la Unidad Penal y rechazar así la petición de la defensa de morigerar esa medida y otorgarle el arresto domiciliario. Y por eso fue en apelación ante el juez de juicio Gustavo Pimentel: insistió con el arresto domiciliario por cuanto, aseveró, no se pudo corroborar que efectivamente exista peligro de entorpecimiento de la investigación penal que llevan adelante los fiscales Ileana Viviani y Leandro Dato.

En aquella audiencia ante el juez Mayer, el Ministerio Público Fiscal había pedido que la preventiva en la cárcel se extienda hasta el día de realización del juicio. Dijo Mayer que si el caso se va a resolver en el marco de juicio por jurado, es incierto cuándo ello ocurrirá. «Supeditarlo al juicio por jurado sería sumamente arriesgado. Sería una imprudencia, porque no sabemos realmente cuándo va a poder realizarse este juicio por jurado», aseguró.

“No es baladí proteger a los testigos”, dijo el magistrado y de ese modo compartió el criterio sustentado por la Fiscalía en cuanto a los riesgos procesales de permitir a Martínez acceder al arresto domiciliario. “Debe asegurarse al máximo la realización de este juicio, libre de hostilidades”, apuntó.

Y aseguró que extender la preventiva  en la Unidad Penal –medida que lleva ya 6 meses- “para nada mengua el principio de inocencia”.”Ya me pronunció en el caso Christe –el femicidio de Julieta Riera, en el que está sospechado su expareja, Jorge  Julián Christe-. Y vuelvo a pronunciarme en este momento. Entiendo que el arresto domiciliario es un modo de preventiva que se basa en un régimen de autodisciplina”, aunque entendió que no es el caso de Martínez.

“No hay elementos que autoricen a bajar los niveles de alarma, sino todo lo contrario”, afirmó. “Debemos garantizar al máximo llegar a ese juicio”, planteó.

Defensor oficial Jorge Sueldo.

El defensor Sueldo recordó que Mayer se basó en dos elementos para prorrogar la preventiva de Martínez: el peligro de fuga y de entorpecimiento de la investigación. «La crítica que hace la defensa es que esta fundamentación adolece de arbitrariedad por falta de fundamentación», apuntó.

«No hay peligro de fuga, porque Martínez no tiene ni bienes, pasaporte, no tiene conocimiento de aviación. No tiene nada. Tampoco hemos ofrecido caución real porque la familia no tiene recursos», argumentó.

Por eso pidió que se «nulifique» la resolución de Mayer y se le otorgue domiciliaria.

Alejandra Pérez, querellante; e Ileana Viviani y Leandro Dato, fiscales.

Al rechazar el planteo, el fiscal Dato mencionó hechos de entorpecimiento de la investigación por parte de Martínez. «Le causó la muerte por asfixia a Fátima y tiró el cuerpo a un aljibe. Estuvimos cinco días buscando a Fátima. Y él fue muy específico: escondió el cuerpo para ganar tiempo. Hay toda una actividad de Martínez desplegada en contra el servicio de justicia», señaló el fiscal.

Fátima Acevedo desapareció el domingo 1° de marzo y su cuerpo fue hallado, el domingo 8, en el fondo de un pozo, cerca de la casa de su expareja, Jorge Nicolás Martínez.

Al fundamentar por qué es necesario que el acusado siga en la cárcel dijo que se tratar de mantener «con vida» a los testigos. Y respecto del peligro de fuga, mencionó un hecho: «Un día después del femicidio de Fátima, Martínez intentó utilizar en el banco su tarjeta de débito. Intentó valerse económicamente, una vez más, de Fátima».

Citó que la causa ya fue elevada a juicio y pidió que la resolución del juez Mayer sea confirmada.

La querellante Alejandra Pérez adhirió al planteo de la Fiscalía.

Juez Gustavo Pimentel.

El caso

La Fiscalía le hace tres imputaciones a Martínez: 1) el 31 de enero, en la casa que habitaba junto a Fátima Acevedo, en una relación caracterizada por la violencia, le arrojó ácido muriático en la cara, sin lograr su cometido; en otro episodio, afiló una cuchilla frente a la mujer, con gesto amenazante; también este año, y estando vigente las restricciones impuestas por la Justicia, el 1° de febrero retuvo contra su voluntad a Fátima, con tuvo una relación desde el año 2014 y fruto de la cual nació un hijo; 2) el 2 de marzo, un día después de la presumible muerte violenta de Fátima, Martínez intentó operar con su tarjeta de débito en la sucursal del Bersa de Gualeguaychú y Alsina, sin éxito por cuanto ya estaba bloqueada; y 3) el femicidio ocurrido el 1° de marzo.

Fátima Acevedo tenía botón antipánico mientras permaneció alojada en la Casa de las Mujeres, que depende de la Municipalidad de Paraná. Hasta ese lugar fue derivada luego de la intervención de Fiscalía a raíz de una denuncia por violencia de género de principios de febrero.

El domingo 1° por la mañana salió de la Casa de las Mujeres a encontrarse con su expareja, Jorge Martínez. Habían hablado antes de la posibilidad de comprar un teléfono celular por Mercado Libre, y por eso es que ella salió a encontrarse con su ex, a quien había denunciado por violencia de género. Después de ese encuentro a Fátima no se la volvió a ver sino hasta la mañana del domingo 8 de marzo, cuando su cuerpo fue hallado en un pozo, de 18 metros.

Según publicó el diario Uno, esde 2017 hay antecedentes de violencia de género y familiar, con causas tramitadas en el Juzgado de Familia Nº 1 de Paraná. De manera prolongada en el tiempo Fátima daba cuenta de una convivencia marcada por la violencia física, psicológica y sexual de Martínez. La golpeaba cuando se negaba a tener relaciones sexuales, la perseguía. Le decía “si no sos mía, no sos de nadie”. Este año comenzaron las denuncias en la Fiscalía.

El 31 de enero, en la casa de Martínez, el hombre intentó arrojarle ácido muriático en la cara. Luego, en sentido amenazante, afiló una cuchilla. La Justicia le dictó a Martínez medidas de restricción de acercamiento, que le fueron notificadas el 6 de febrero.

Fátima decidió irse y encontró refugio en la Casa de la Mujer de la Municipalidad.

La mujer acudió nuevamente a la Justicia porque necesitaba sus pertenencias y las de su hijo, que habían quedado en la casa de Martínez, como la tarjeta de cobro de Sidecreer, que la expareja no quería devolverle. Las pudo recuperar con una orden de allanamiento.

La última denuncia la realizó el 11 de febrero, cuando manifestó que Martínez andaba por la zona de la Casa de la Mujer, y que aún quedaban en la vivienda elementos de su hijo por recuperar.

El 20 de febrero Martínez le envió un mensaje a Fátima de San La Muerte.

El 28 de febrero Martínez redactó un mensaje que no envió, en la aplicación de Notas de su celular, como si lo hubiera escrito Fátima: “Nicolás este es un trabajo que si me va bien me van a dar una casa para vivir con mi hijo y me lo descuentan, pero no se qué hago dándote explicaciones”.

El 29 de febrero Fátima fue a la casa de Martínez. Esa noche vecinos escucharon gritos de discusión, que solían ser habituales.

El domingo 1° de marzo Fátima se fue de la Casa de la Mujer y no regresó. Su excuñada fue a llevarle a su hijo (lo tenía por el régimen de visitas establecido por la Justicia) y no la encontró. Según la Fiscalía, en un horario cercano al mediodía, Martínez retuvo en contra de la voluntad a Fátima Florencia Acevedo, la mantuvo oculta en un lugar no determinado con el fin de que continúe en pareja con él. Según Martínez, la despidió esa mañana cuando volvía al refugio.

El lunes 2 de marzo, una amiga de Fátima radicó la denuncia. Ese mismo día, a las 16.33, Martínez utilizó la tarjeta de cobro de Fátima e intentó realizar una extracción de dinero de un cajero de la sucursal del banco Bersa de calle Gualeguaychú y Alsina. La misma estaba bloqueada.

El martes 3 de marzo, a la noche, la Policía allanó la casa de Martínez, secuestró diversos elementos y se ordenó su detención.

El miércoles 4 se recibió el informe de las pericias al celular de Martínez. Encontraron un mensaje de texto escrito en la aplicación Notas el 2 de marzo, modificado y enviado el 3, a la compañera de Fátima que está en la Casa de la Mujer. En el mismo, Martínez se hace pasar por Fátima y le dice que está cautiva e incomunicada a manos de gitanos, que está bien, en un trabajo que va a ganar mucho dinero, y que extrañaba a su hijo. Ese mensaje fue enviado desde el teléfono de Martínez, con otro chip. También se encontró que la última búsqueda en Google fue de fotos de salas de velatorio.

El jueves 5 de marzo, cuando Fátima Acevedo permanecía aún desaparecida,y la Justicia tramitaba una denuncia por violenia de género contra Martínez, el fiscal Leandro Dato pidió la prisión preventiva por 60 días, pero el juez de Garantías Mauricio Mayer sólo accedió a aplicarle 15 días de arresto en la cárcel. Cumplido ese plazo, el 20 de marzo el juez de Garantías José Eduardo Ruhl homologó el acuerdo al que llegaron el fiscal de la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual, Leandro Dato, y el defensor oficial Jorge Balbuena, y los querellantes Milton Urrutia y María Alejandra Pérez, para que Jorge Nicolás Martínez, único sospechado por el femicidio de Fátima Acevedo, permanezca con prisión preventiva en la Unidad Penal de Paraná por otros 90 días.

El 18 de junio, el juez de Garantías Mauricio Mayer dispuso prorrogar por 30 días la prisión preventiva de Martínez. Entonces, el magistrado consideró que en ese plazo la Fiscalía deberá concluir la etapa probatoria de la investigación y pedir la celebración de la audiencia de remisión de la causa a juicio oral. «Justicia lenta no es justicia», razonó el juez Mayer al rechazar el pedido del Ministerio Público Fiscal de aplazar la prisión preventiva por otros 90 días en la Unidad Penal de Paraná. El fiscal Leandro Dato había argumentado que entre «30 a 40» días sería el plazo que insumiría colectar la prueba, y otros «10 a 15» días para presentar el escrito de remisión de la causa a juicio. El magistrado tuvo otra mirada, y consideró que todo eso podría concluirse en un plazo de 30 días.

El 22 de julio, la jueza de Garantías Elisa Zilli dispuso mantener en la Unidad Penal de Paraná por otros 60 días con prisión preventiva a Martínez. La magistrada coincidió con la Fiscalía en que subsisten los riesgos procesales de entorpecimiento de la investigación y peligro de fuga por parte de Martínez.

De ese modo, Zilli hizo lugar al planteo del fiscal Leandro Dato y de la querella particular, representada por María Alejandra Pérez. “Entiendo razonable el pedido de prórroga”, apuntó. Y rechazó la petición de arresto domiciliario propuesto por el defensor Jorge Sueldo por cuanto, dijo, el Estado carece de un dispositivo de control de la medida mediante tobillera electrónica.

Foto: Gentileza Lucha en la Calle


De la Redacción de Entre Ríos Ahora