Fue el reducto escogido por cierta dirigencia que se reunía a sus mesas en noches extensísimas o en mediodías que se extendían hasta la hora de la siesta. La parrilla Don Charras de San Lorenzo y San Martín cerró sus puertas en julio, en la más cerrada etapa de la pandemia de coronavirus, y después le siguió la casa «matriz», ubicada en la zona del Acceso Norte. La dirigencia política que llegaba a Paraná -legisladores, funcionarios- encontraba en Don Charras el sitio ideal para sus conciliábulos. Ahora, ya no quedan nada del estilo pretendidamente colonial que buscó, ni sus techos de tejas coloniales, ni si asador a la vista. El lugar está cerrado por cartelería, paso previo al desguace.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora