riel Garrigó ganó varias veces la tapa de los suplementos deportivos de Paraná a fuerza de triunfos y resultados notables. Nadia Vottero comenzó a entrenar con él para encarar un desafío por demás exigente: convertirse en triatleta. Lo hizo. Y después de una estadía en la Universidad de El Colorado, Estados Unidos, sin planes de regreso, lo hicieron juntos. La distancia, cuenta a Señorita Heart en La Nación de hoy, se encargó de alumbrar el apuro por el reencuentro. De establece la dimensión de las cosas, como sucede a veces.
La culminación de la historia de amor entre dos deportistas que se encuentran en el esfuerzo físico extremo es, a todas luces, inmejorable. Ariel y Nadia se casaron, en 2004, luego de completar juntos El Desafío de los Andes y llegar en tercera posición en la categoría mixtos. Dijeron que sí, a orillas del Lago Tromen, pocos minutos después de concluir tres días de competencia aventura. Ella con vestido de novia, pero obligadamente descalza por los pies lastimados de ampollas; el de rigurosos traje encima de las huellas de la tierra y el agotamiento. Los invitados, claro, fueron los competidores.
Esa es la historia que se cuenta hoy, en la segunda entrega de la sección cor@zones de La Nación, escrita por la enigmática Señorita Heart. La idea, se ve, es rastrear y recibir historias de amor para crear un espacio dedicado especialmente al tema. “Descubrí las historias de amor que dan vuelta por el mundo”, anuncia la invitación a la primera entrega de Cor@zones.
La segunda, que se publica hoy, cuenta la historia de Nadia y Ariel. La nota es acompañada por testimonios de audios e imágenes.
La señorita Heart, la concluye así:
“Es 2016. Nadia y Ariel tienen dos hijos, Tomás, de 6 años, y Mateo, de uno y cuatro meses. Siguen creyendo que replantearse objetivos con serenidad es la clave para sostener su equipo, que ahora es una familia. Después de haber sido tan libres, los dos atienden con respeto las trampas de la rutina. Siguen entrenando y trabajando juntos en Paraná. No saben cuándo van a correr la próxima carrera pero no les importa. Saben que allí estarán, listos, cuando sea, preparados para ganarle a cualquier imprevisto que el camino los lleve a sortear”