El titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 7 de Entre Ríos, Martín Furman, dio lugar al pedido de Dolores Etchevehere, la reconoció como víctima de violencia de género del tipo económica y dictó medidas cautelares para que Dolores pueda utilizar una casa de Paraná, parte los inmuebles de la sucesión de su padre Luis Félix Etchevehere, fallecido en 2009.

Según informaron desde el Proyecto Artigas, que lidera el dirigente social y abogado de Dolores, Juan Grabois, la vivienda «es lindera a la casa de su madre y hermanos, motivo por el cual el juez dispuso custodia policial permanente para garantizar la integridad física de Dolores».

El inmueble de la polémica se encuentra en Bajada de Los Vascos, de la capital entrerriana.

«Sin embargo, al momento del ingreso sus hermanos y su madre se hicieron presentes, la agredieron, insultaron y el juez se arrepintió dejando sin efecto las medidas cautelares», informaron.

Acompañada por sus abogados, integrantes de Proyecto Artigas, la policía, un oficial de Justicia y un cerrajero, este mediodía Dolores Etchevehere tomó posesión de la vivienda que su padre le asignó en vida. El oficial de Justicia le leyó el acta y entregó el inmueble. A los pocos minutos se apersonaron la madre y los hermanos, comenzaron a gritar, insultar y agredir a Dolores. El juez Martin Furman se arrepintió de su propio fallo y echó para atrás las cautelares.

El planteo de Dolores

En la presentación realizada a mediados de diciembre, donde pidió habitar una vivienda de la sucesión, Dolores Etchevehere señaló que sus hermanos -Luis Miguel, Arturo Sebastián, Juan Diego Etchevehere- sacaron de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario, «casi 20 propiedades para constituir Construcciones del Paraná –mis hermanos como socios de ambas- al solo efecto de defraudar y estafar a trabajadores, al fisco y a mí».

«De Las Margaritas SA pidieron préstamos para la siembra a tasa subsidiada y se lo repartieron entre los ellos mismos, en perjuicio de pequeños productores y el Estado Nacional lo que me da vergüenza ajena. Se hizo imposible y aún lo es, determinar y realizar un deslinde sobre las chacras que componen Casa Nueva por ejemplo, usurparon mi padre –lo digo con dolor- y mi hermano 70 hectáreas de la Escuela Agrotécnica 151. De más está decir que mi hermano no devolvió las tierras y no cumplió la probation», dijo en clara referencia a Juan Diego Etchevehere.

Dolores acompañó un dictamen de la Unidad Fiscal especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), que señala que «debe considerarse y tenerse especialmente en cuenta que Dolores Etchevehere incluyó en sus presentaciones el relato de una situación que se vendría sosteniendo y desplegando desde la muerte de su padre en 2009, con 11 años de recorrido, en la cual habrían intervenido distintos tribunales del país, tanto provinciales como federales. Es por ello que se debe intensificar aquí el derecho al acceso a la justicia, que también constituye uno de los mandatos centrales en materia de violencia contra las mujeres, como correlato de los déficits que arrastran los organismos judiciales para garantizar la erradicación de la violencia por razones de género».

La UFEM aconseja «medidas de protección adecuadas para asegurar la integridad física y psíquica de Dolores Etchevehere mientras dure el proceso».

La resolución de Furman
Las medidas dictadas por el juez Furman incorporaban la perspectiva de género recomendada por el dictamen de la UFEM citando la Ley Nacional de Protección de las mujeres Nº 26.485, reconociendo a Dolores Etchevehere como víctima de violencia económica; le otorgaban un inmueble de la sucesión y obligaba a sus hermanos y su madre a indemnizarla por el uso exclusivo que ellos hacen del acervo hereditario.

Desde el Proyecto Artigas consideraron que, de hacerse efectivas dichas medidas cautelares, «significaba un punto de inflexión en el juicio sucesorio puesto que hasta el momento Dolores Etchevehere no había podido ejercer sus derechos como heredera».

Etchevehere: Juez otorgó vi… by Entre Ríos Ahora

Lo cierto es que, horas más tarde de la toma de posesión de la vivienda, el juez decidió dar marcha atrás con la decisión.

Al respecto, el dirigente Juan Grabois escribió: “Qué cosa seria estos Etchevehere. Fuman bajo el agua. La verdad, tienen la vaca atada. Tienen tan agarrado de las pelotas a Bordet y tan disciplinada a la justicia entrerriana que lograron algo realmente inverosímil: que un juez revocara su propia sentencia el mismo día que la dictó. Negocios entreverados, amigos comunes, aportes de campaña… pactos de poder. Mafia. Omertá”.