• Por Carolina Gaillard (*)

La participación de las mujeres en todas las actividades ha sido y es de un valor fundamental.

En el mercado laboral -si bien varía según cada región y en relación con las tradiciones culturales- es indispensable generar oportunidades laborales a través de una decisión que plantee políticas públicas específicas desde una visión de género.

El diseño de estas estrategias que permita la incorporación de las mujeres y las disidencias en los distintos sectores del ámbito productivo, debe estar acompañada de leyes que garanticen derechos, como las licencias por maternidad/paternidad, por violencia de género, con medidas que reconozcan el trabajo doméstico y las tareas de cuidado hacia niñas, niños, adolescentes y adultos mayores, que en esta pandemia han quedado en evidencia con una sobre exigencia en la cantidad de horas de trabajo.

Como mujeres – junto a los feminismos y organizaciones por los derechos de las personas- trabajamos y luchamos por transformar esas relaciones de poder que nos han marcado trazando desigualdades, potenciando las diferencias y ofreciéndonos un mundo que nos pretendía reservar solo al ámbito privado.

Desde hace años, las mujeres y disidencias, salimos a las calles, vencemos obstáculos, conquistamos derechos. De las diferencias hacemos un valor, de las adversidades sacamos la fuerza para cambiar aquello que pretende detenernos.

Las condiciones laborales, los derechos sexuales y reproductivos, el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, el derecho al cuidado, a una vida libre de violencias, y a una justicia de género, son ejes que de manera transversal e intersectorial vamos construyendo colectivamente desde cada espacio, para vencer las dificultades, sortear los obstáculos y allanar el camino para nuestras generaciones y también la de nuestras hijas, hijos y adolescentes.

(*) Carolina Gaillard es diputada nacional por Entre Ríos por el Frente de Todos.