Este 8M cruzado por la pandemia de coronavirus y el necesario distanciamiento social no impidió que las mujeres volvieran a reclamar con fuerza las mismas demandas que vienen escuchándose en cada una de las convocatorias que tienen como eje el repudio a la violencia de género y el reclamo al Estado para que ponga freno a los crecientes femicidios.
Este lunes 8, en el Paro Internacional de Mujeres y Disidencias, la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans de Paraná y la Multisectorial de Mujeres Entrerrianas movilizaron desde Plaza 1° de Mayo hasta el Centro Cívico y plantearon, de modo enfático: “Justicia es que no vuelva a pasar, emergencia nacional por violencia de género y la deuda es con nosotras”.
Tres ejes que se reiteran ante la parsimonia de los Estados y de los Gobiernos.
En este quinto Paro Internacional de Mujeres y Disidencias hubo una expresión de hartazgo como una letanía: “Estamos hartas de las violencias y las injusticias del patriarcado y el capitalismo en este sistema imperialista”.
Y más: “Estamos hartas del Fondo Monetario Internacional y lo que sus imposiciones significan en nuestras vidas. Exigimos que la crisis la paguen las grandes fortunas, quienes se enriquecieron y fueron beneficiadas con la estafa al pueblo y no la clase trabajadora que necesita urgente un salario por encima del costo de la canasta básica”.
“Estamos hartas –ese hartazgo que duele- de la feminización de la pobreza, que no solo significa el empobrecimiento material de mujeres y disidencias, sino también el empeoramiento de nuestras condiciones de vida y la permanente vulneración de derechos”.




El documento que se leyó al final de la marcha reclamó más: “Estamos hartas y por eso apoyamos la lucha decente y los reclamos de estatales por las condiciones laborales y la reapertura de las paritarias”. Pero además el colectivo de mujeres y disidencias exigió “la implementación del cupo laboral trava-trans en el Municipio de Paraná y en la Provincia”.
“Estamos hartas de la precariedad laboral y exigimos la regularización de les trabajadoras que se desempeñan en las reparticiones del Estado con contrato basura. Demandamos el reconocimiento para les trabajadoras de la economía popular y para miles que no tienen derechos ni garantías”, subraya el texto.
Más todavía: “Estamos hartas de que no haya políticas integrales que contengan a las víctimas de violencia y les permitan seguir con sus vidas y tener un proyecto vital con acceso al trabajo, a la capacitación, a la salud y a la vivienda”.
“Estamos hartas de contar feminicidios”, plantearon. “Estamos hartas -añade el texto- de golpear puertas y ser desoídas. Exigimos emergencia nacional por violencia de género porque necesitamos presupuestos reales y acordes a la situación de cada región”.
Respecto de uno de los poderes clave del Estado, la Justicia, dijeron: “Estamos hartas de que el sistema judicial machista criminalice a las mujeres y disidencias en situación de violencia de género. ¡No más presas por defenderse!”. En ese sentido, apuntaron: “Estamos hartas y necesitamos que los dispositivos que existen para denunciar violencia, para el seguimiento de situación y la contención de las denunciantes sean reforzados con presupuesto real y reconocimiento remunerado a las promotoras de derechos territoriales”.
“Estamos hartas de que profesionales de la salud y anti derechos insistan en impedir la interrupción voluntaria del embarazo, es ley! Y la vamos a defender con la misma fuerza con la que la conquistamos!”, señalaron y apuntaron: “Estamos hartas del incumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral con visión científica y laica sobre la sexualidad y con formación gratuita para todo el sistema educativo. La ESI es fundamental para prevenir y erradicar las violencias”.
Pero también: “Estamos hartas de los abusos infantiles. Basta de callar a las infancias. Las niñas, los niños y adolescentes no mienten. Los abusadores sí. Basta de abuso sexual en la infancia”.
Documento 8 m by Entre Ríos Ahora
De la Redacción de Entre Ríos Ahora