La seccional Federal de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) inició una serie de medidas de fuerza en la Municipalidad de Sauce de Luna en reclamo de la reincorporación de una trabajadora despedida, por un «urgente aumento salarial», el pase planta y la recategorización de empleados y para que se entregue la indumentaria de trabajo.
Los reclamos apuntan al intendente Pablo Soreira, pero también a su antecesor, el actual diputado nacional Jorge Lacoste (Juntos por el Cambio). «Lacoste y Soreira, sueldos y vida de reyes», dice uno de los pasacalles instalados por ATE en Sauce de Luna en el marco de las medidas de fuerza que llevan adelante.
Martín Olier, secretario general de ATE Federal, señaló que el reclamo apunta también al legislador nacional por cuanto «es el jefe político de Sauce de Luna». El gremio responsabiliza a la administración Soreira del despido de una trabajadora «por ser docente con tres años de contrato» y fustigó lo que entiende como «política del miedo».
«En el marco de la pandemia, y con un decreto nacional que lo prohíbe, el intendente dejó cesante una trabajadora del Municipio. Se trata de la compañera Leonor Silvia Oviedo», señalaron desde ATE Federal .
Al respecto, apuntaron: «Hay que recordar que en el 2020 se llegó a un acuerdo salarial y de condiciones laborales después de un extenso conflicto que incluyó asambleas, movilizaciones, acampes y demás medidas de fuerza que contaron con el acompañamiento de los vecinos de la localidad. Esto llevó a que en el acta firmada por la Seccional Federal y el intendente quedara plasmada la prohibición de despedir trabajadores».
El gremio señala que en el Municipio de Sauce de Lunas hay trabajadores con «sueldos de hambre que no llegan a los $11.100 por mes, compañeros jornaleros totalmente precarizados con más de 24 años de antigüedad, a lo que no se le reconoce la posibilidad del derecho a pase de planta permanente, y por ende menos acceder a sus recategorizaciones».
El titular de ATE Federal asegura que de básico, un trabajador municipal de Santa Elena percibe $11.600, y con adicionales llega a $14 500. Pero ese complemento salarial es «en negro», y supeditado a la asistencia. «Si falta, lo pierde», detalló.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora