El juez de juicio José María Chemez escuchará este martes 23, a las 9, en una audiencia en Tribunales, los argumentos por los cuales se pretende apartar como querellante a Dolores Etchevehere de la causa por estafa que inició en 2013 contra sus tres hermanos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, y su madre, Leonor María Magdalena Barbero Marcial.
El juez de Transición Carlos Hugo Ríos, que tramita la causa por estafa contra los Etchevehere ya se pronunció por el rechazo al apartamiento de Dolores. La decisión del magistrado fue apelada y ahora será un tribunal de alzada el que analizará el planteo.
El planteo que impulsa el apartamiento de la mujer es impulsado por los 0defensores de Leonor María Magdalena Barbero Marcial, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, y de los hermanos Walter y Viviana Grenón, que insisten en la Justicia con la petición de apartar a Dolores Etchevehere de la causa que los tiene como imputados del delito de estafa y vaciamiento de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario. La mujer participa con la figura de querellante.
Se trata de una denuncia que presentó Dolores Etchevehere en 2013 en la Justicia contra su madre, Leonor Barbero Marcial, y sus tres hermanos varones, pero que incluyó también a los socios en la nave insignia de las sociedades de la familia, El Diario. En su presentación, que fue ampliando, pero que no llevó a Tribunales a su familia sino hasta finales de 2020, siete años después, habló de la “toma fraudulenta de un crédito del Banco Itaú por la suma de $1.066.000 equivalentes a u$s 250.000 al cambio de entonces (año 2011, aproximadamente $4,24242 por dólar) cuyo importe fue retirado por los denunciados según así surge de los estados contables correspondientes al ejercicio cerrado al 31 de diciembre de aquel año”. Los denunciados son, claro, sus tres hermanos y su madre. Tomaron crédito a tasa subsidiada por el Estado en teoría para fines productivos pero resultó un dinero que tuvo un fin más pedestre: fue al bolsillo de los socios de SAER.
Guillermo Vartorelli y Alberto Sampayo, que representan a los Grenón en la Justicia, primero, y Rubén Pagliotto, defensor de Leonor Barbero Marcial y sus tres vástagos varones, después, le pidieron al juez que tramita la denuncia por estafa, Carlos Hugo Ríos, a cargo del Juzgado de Transición N° 1, que aparte a Dolores Etchevehere. Pero el magistrado les dijo que no.
Vartorelli y Sampayo pusieron en duda el rol de Dolores Etchevehere y plantearon en qué medida la mujer pudo haber sido víctima de algún hecho ilícito en SAER cuando al momento en que los Grenón tomaron parte de la sociedad, en 2010, ya no era socia de SAER. Y que, además, tampoco tenía ese carácter al momento de presentar la denuncia, en 2013.
En su escrito, sostuvieron que Dolores Etchevehere «no tenía participación accionaria que la legitime como víctima y que en consecuencia carece de legitimación como querellante por SAER (El Diario) y contra sus defendidos». Y que «sus defendidos no tuvieron vínculo ni relación alguna con la mencionada denunciante, Sra. Dolores Etchevehere, pues ella no era socia de SAER desde el año 2009, por lo que mal podía haber sido perjudicada por un accionar atribuible a sus defendidos».
A esa petición se sumó el abogado Rubén Pagliotto, que representa a una rama Etchevehere.
«En 2010, casi dos años antes de que el paquete representativo del 66,66% de SAER se vendiera al grupo Nea Capital Creativo, (Walter y Viviana Grenón), la pluridenunciante Dolores Etchevehere de Güiraldes , absolutamente nada más tenía con esa empresa, puesto que vendió en el aludido año a su madre, doña Leonor María Magdalena Barbero Marcial Vda de Etchevehere, la totalidad de su tenencia accionaria -heredada de su extinto padre- tanto en la empresa editora del matutino El Diario (SAER) como las cuotas sociales de las que resultó heredera en la firma consignataria e inmobiliaria Etchevehere Rural S.R.L», señaló.
Pagliotto mencionó en su escrito que «ningún empleado o ex trabajador de SAER formuló denuncia penal, por ningún hecho y contra ninguno de los imputados». y sostuvo que «la única denuncia fue presentada por Dolores Etchevehere de Guiraldes varios años después de vendido la totalidad de sus acciones en SAER, careciendo de derecho e interés legítimo para ello, utilizando la herramienta penal para saciar su voracidad infinita e inagotable por dinero y molestar a su familia con variopintas denuncias, dentro y fuera de nuestra jurisdicción».
Al resolver el rechazo de la pretensión de los defensores de los hermanos Grenón, el juez Ríos recordó que los anteriores representantes legales en la causa Etchevehere, Julio Federik y Leopoldo Lambruschini, nunca observaron la participación de Dolores como querellante, y que recién lo hizo el 20 de noviembre de 2020 el nuevo defensor, Rubén Pagliotto. Tampoco el resto de los defensores, a excepción del planteo «tardío» de Vartorelli y Sampayo, hizo alguna observación, señaló el magistrado.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora

