Allá atrás está el verde, la Plaza, los edificios, la silueta urbana de la ciudad, y de este lado una palmera que sobrevive como puede, que resbala hacia la agonía, que araña el verde como puede. Su existencia en este mundo parece a punto de zozobrar, pero todavía resiste. Una rama arranca desde el tronco gris y busca el cielo, una desesperada acción por seguir en pie.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.