“Es evidente que fue un quilombo con miles de cosas en apenas unas semanas. Pero no me echen la culpa a mí por ese quilombo, y si tengo que responsabilizarme de algo lo haré, pero no de esto, donde, contrariamente, dejamos la vida para que salga bien y así fue, y lo juro por la vida de mis seis hijos y tres nietos que estoy orgulloso, porque me lo dijo el arquitecto Juliá, que maneja todas las cosas de Cancillería: ‘Jamás pensé que podían llegar a tiempo con todas las cosas’”.
Eso dijo en la edición de este domingo de «El Diario» el empresario Miguel Marizza, dueño de Antonio Caballi Construcciones SA y uno de los actores centrales en la ejecución de obras durante la Cumbre de Presidentes del Mercosur, que se realizó en Paraná entre el 16 y el 18 de diciembre de 2014. Los pagos que efectuó la administración del exgobernador Sergio Urribarri están ahora bajo investigación de la Justicia, que tiene imputado al propio Marizza.
Lo que el fiscal Juan Malvasio presume es que no todo está escrito con letra tan prolija como la que describe Marizza, y que hay muchos puntos oscuros que podrían llevar a sospechar la existencia de sobreprecios. Pero todo eso está ahora en etapa previa de una causa judicial, y nada está tan claro como lo que señala Marizza.
En principio, las felicitaciones de Cancillería que Marizza dice que recibió no contempla un desfase en los números, de lo que dan cuentas las planillas oficiales.
Por ejemplo, la Cancillería acordó el 5 de diciembre de 2014 transferirle al Gobierno de Entre Ríos $18 millones para la organización de la Cumbre del Mercosur.
Sin embargo, el Ejecutivo entrerriano efectuó pagos por $26.360.177,43 : $ 8,3 millones de más.
El 14 de mayo de 2015, el exgobernador Sergio Urribarri firmó una nota junto al coordinador general de la Unidad Operativa Cumbre Mercosur (UOCM), Hugo Céspedes, donde reconoció que se superó el gasto “tope” dado por Cancillería.
Con lo cual, no todo está tan claro como lo describe Marizza. Aunque el entuerto será resuelto ahora por la Justicia, y una entrevista periodística es solamente eso, y no un salvoconducto.
Gonzalo Núñez
Especial para Entre Ríos Ahora.