La guardería Acunate, de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se mudó. Dejó su antiguo local de calle San Juan, en Paraná, y está a punto de inaugurar su nueva sede, en La Paz 232. La mudanza, sin embargo, no ha resuelto un problema estructural en sus finanzas: el atraso en el envío de un subsidio que paga el Estado y es clave para su sostenimiento. En 1995, cuando Mario Moine estaba al frente del Poder Ejecutivo provincial y Edgardo Masarotti era secretario general de ATE, se firmó el convenio marco que permitió el surgimiento del jardín Acunate: el Estado entrerriano asumió el costo del pago de salarios, cargas sociales y mantenimiento de la sede. La pérdida de la casa que ocupaba Anusate en calle Santa Fe y su apropiación por parte del Poder Judicial obligó al gremio a salir a alquilar una nueva sede. El estado de situación se agudizó debido a los «atrasos» en que ha venido incurriendo el Poder Ejecutivo en saldar el subsidio mensual, unos $800 mil, que permitiría pagar los sueldos sin sobresaltos.

 

Acunate, el ahogo financiero de ATE

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora