Suele suceder así. Las infracciones de tránsito se cometen en los lugares menos pensado. En sitios insólitos. Por ejemplo, frente al edificio de Tribunales, en el corazón del Centro Cívico. A un lado, la Justicia; enfrente, Casa de Gobierno y la Legislatura; al otro costado, Educación; un poco más abajo, la Policía. Pero los automovilistas porfían en dejar sus vehículos ahí, sobre calle Laprida, en total irregularidad, sobre una línea amarilla, en espacio no permitido. La ciudad a veces se vuelve un sitio complicado para la convivencia entre peatones y autos.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.