Comenzamos a modo de prueba en febrero de 2013 y ya con todo lo que teníamos para dar en marzo del mismo año. Cumplimos, entonces, nuestro primer aniversario por estos días.
Por esa razón, verán ustedes, resolvimos refrescar la imagen del sitio con un ligero cambio de aspecto que no tiene otro propósito que mantener la llama encendida y atraer más lectores.
En cuanto a lo periodístico, seguimos el camino que elegimos hace un año: producir contenidos con agenda propia sin necesidad de replicar lo que ya se puede leer, ver y escuchar en una importante cantidad de medios de comunicación de la provincia. La agenda oficial.
La columna vertebral del sitio es contar lo que no se cuenta, observar y subrayar los datos que no se difunden, habilitar la palabra a quienes no tienen espacio en la mayoría de las propuestas comunicacionales y hacerlo, en lo posible, del modo que nos gusta y con la mayor libertad. En este trayecto breve que tenemos como historia, nos acompaña la alegría de saber que hay miles de entrerrianos que efectivamente querían leer otra cosa. El sitio crece todos los meses y de modo notable, superando ampliamente nuestras propias expectativas.
En este tiempo de experiencia, fuimos buscando otras posibles alternativas de interés para nuestros lectores más allá de la información. Creamos una sección de perfiles con historias de personajes nuestros, sumamos una agenda cultural actualizada día por día, incorporamos notas narrativas que enfocan en lo cotidiano: con una ambición estética, que contempla una postura ética, escribimos para exorcizar enojos, compartir la diversión, la melancolía, el tedio, el amor.
Escribimos porque nos gusta el oficio y la cosa no se completa sino aparece quien lea el resultado.
Lo central, de todos modos, sigue siendo la información: sin jactancia ni nada por el estilo, la verdad es que hay noticias que sólo se conocen a través de este sitio. Y por esa convicción de organizar una agenda propia, con los problemas que no se publican en otros espacios, a veces nos han reprochado algo así como esa famosa mirada sobre el vaso medio vacío ¿no?
Y sí… Nosotros observamos lo que falta, apuntamos el dinero que se gasta con fines inexplicable, contamos las erratas del Gobierno, los números que dan mal, denunciamos la censura, mostramos las calles destrozadas, planteamos las quejas de los usuarios del transporte público, recordamos cómo viene la historia. Hablamos de los problemas que se plantea en salud y educación, también en los planes de vivienda y los créditos que no se efectivizan para alcanzar de una buena vez el sueño de la casa propia.
Hacemos periodismo.
No siempre es sencillo, a un año del inicio, poco a poco, estamos comenzando a encontrar eco en empresarios y comerciantes que creen en un modo de hacer periodismo distante de la lógica dominante. Es importante que suceda por convicción: que crean necesario la existencia de medios de comunicación que no se inclinen frente a la voz oficial y planteen otra agenda.
Nos falta, sí, pero tenemos pasión por el oficio, hambre de gol y un deseo potentísimo de contar, todos los días, aquellos que creemos es importante compartir.
Y si nos falta onda para aplaudir, sepan disculpar, nuestra onda está orientada a celebrar las conquistas menudas de la gente que anda por acá nomás, esperando el diez que demora 45 minutos, caminando en la marcha de los maestros, renegando para comprar los útiles para los chicos, tomando el mate de la tarde en la vereda, mirando el cielo de nubes rozadas que se ensucian de gris mientras cae la noche.
De la redacción de Entre Ríos Ahora
Ricardo Leguizamón es periodista. Trabaja en El Diario de Paraná desde 1998. Se especializa en temas eclesiásticos, gremiales y educacionales y notas de interés general. Fue redactor de Canal Once, el diario Hora Cero y la revista Análisis de la actualidad.Producto de una investigación de años, acaba de publicar una biografía no autorizada del cardenal Estanislao Esteban Karlic. “Las dos vidas del Cardenal”.
Silvio Méndez es periodista, licenciado en Comunicación Social, docente en la Licenciatura en Comunicación Social de la UNER. Trabaja como redactor en la revista Análisis, se ha desempeñado como editor en El Diario de Paraná, así como productor en radio y TV. Compiló y coeditó el libro “Aguafuertes Fluviales de Roberto Arlt. Crónicas y fotos de un viaje por el Río Paraná”.