El exgobernador de Entre Ríos y actual embajador argentino en Israel, Sergio Daniel Urribarri, suma otro juicio a su prontuario en los Tribunales.
La querella por injurias que le había iniciado en 2016 el abogado penalista Guillermo Mulet, que fracasó en su intento de llegar a una conciliación, derivó en un nuevo juicio. Este martes el juez de Garantías José Eduardo Ruhl rechazó la petición de los abogados de Urribarri, Raúl Barrandeeguy y Candelario Pérez, que habían pedido la prescripción de la demando, y dispuso enviar la causa a juicio oral.
El próximo mes de septiembre, Urribarri deberá hacer frente a un megajuicio. El exgobenador será juzgado durante un largo proceso, que acumula tres grandes causas de corrupción de su gobierno, entre septiembre y noviembre de 2021.
El Tribunal que conforman los camaristas José María Chemez, María Carolina Castagno y Elvio Osir Garzón fijó las audiencias de juicio oral a Urribarri para los días 16, 17, 20, 21, 23, 24, 27, 28 y 30 de septiembre; 1, 4, 5, 8, 12, 14, 15, 18, 19, 21, 22, 25, 26, 28, y 29 de octubre; y 15 y 16 de noviembre, a las 9, en el salón de actos del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Ese megajuicio ocurre luego de la suspensión, en 2020, de tres procesos distintos que debía enfrentar Urribarri y que, por distintos planteos, fueron aplazados y unificados en una única causa: el Sueño Entrerriano, la Causa de la Vaca y una denuncia por distribución amañada de publicidad oficial.
A esa instancia se llega luego de un largo camino que incluyó la recusación de varios magistrados y la pretensión del Ministerio Público Fiscal de incluir un cuarto juez, finalmente rechazada.
Ahora, sumará un nuevo proceso en su contra.
El puntapié inicial fue la denuncia por enriquecimiento que formularon contra Urribarri Mulet y su colega Rubén Pagliotto. El 21 de diciembre de 2015, Mulet y Pagliotto se presentaron ante la Justicia para denunciar penalmente al exgobernador, su esposa, dos hijos y al cuñado, Juan Pablo Aguilera, por enriquecimiento ilícito. La presentación estuvo fundada en un informe periodístico que daba cuenta del crecimiento patrimonial que registró la familia del ex mandatario en los últimos ocho años.
Luego de conocer la denuncia en su contra, Urribarri emitió un comunicado donde afirmaba que Pagliotto y Mulet eran “dos conocidos denunciadores seriales de dudosa probidad”; y respecto de Mulet dijo que registraba “antecedentes penales con imputaciones judiciales por apoderarse de elementos sustraídos en un robo, habiendo sido oportunamente detenido por la Policía de la provincia”, a la vez que lo acusó de “encubrir a personas que participaron de un grave delito a una importante empresa avícola de Hernandarias”.
Mulet respondió con una demanda por calumnias e injurias al considerar que Urribarri había “mancillado” su honor y que eso no lo podía permitir.
Cinco años después de haberlo demandado, Mulet condicionó una eventual una conciliación con el exgobernador Urribarri a un pedido de disculpas y la donación económica a la Fundación Crisálida. Pero no pudo darse: el actual embajador en Israel dijo en la última audiencia ante el juez de Garantías José Eduardo Ruhl, el 4 de este mes, negó haber dicho lo que le atribuyen que dijo, no encontró motivos para retractarse de nada y pidió el sobreseimiento.
Nada de eso ocurrió. Después de negar haber dicho lo que dijo -y que Mulet había considerado injuriante-, la Justicia decidió mandar al exgobernador a juicio.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora