El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay condenó este miércoles a prisión perpetua a Ismael Ramón Framulari, Maximiliano Exequiel Chamorro y Kevin Alexander Paniagua por la muerte de seis internos en la Unidad Penal Número 5 de Victoria , hecho ocurrido el 7 de junio de 2018. A su vez mantuvieron la prisión preventiva de cada uno de ellos hasta que se haga efectiva la condena.
La Fiscalía había solicitado prisión perpetua al igual que la querella mientras que los abogados defensores pidieron la absolución de sus representados.
La causa está caratulada “Framulari, Ismael Ramón; Chamorro, Maximiliano Ezequiel; y Paniagua, Kevin Alexander s/ Homicidio múltiple agravado por ensañamiento, alevosía, por la utilización de un medio idóneo para crear un peligro común y con el concurso premeditado de tres personas, en concurso ideal con homicidio calificado en grado de tentativa y privación ilegal de la libertad agravada en concurso real y en grado de coautores”.
El juicio por el séxtuple crimen se inició el 7 de septiembre y se prolongó hasta el 14 de ese mes. Y en las audiencias se trataron de establecer las responsabilidades de los imputados por el séxtuple crimen ocurrido el 7 de junio de 2018 en la Unidad Penal Número 5 de Victoria “Gobernador Ramón Febre” donde, a partir de un incendio intencional en una celda murieron los internos Justo Silva, de 53 años; Marcelo Beber, de 31 ; Brian Alarcón, de 21; Vladimir Casco, de 20; Marcelo Rodríguez, de 30; y Francisco Alberto Coronel, de 19, mientras que Emilio Oscar Suárez, de 27 años, sobrevivió aunque con graves secuelas en sus piernas.
El día de la tragedia
El plan se pergeñó y se llevó adelante durante la madrugada del 7 de junio de 2018. Ismael Ramón Framulari, Kevin Alexander Paniagua y Maximiliano Ezequiel Chamorro silenciaron primero a un testigo incómodo: Walter Sosa, que compartía con los ellos la celda número 3 de la Unidad Penal N° 5 de Victoria. Lo maniataron y lo encerraron.
De ese modo, se aseguraron que Walter Sosa no hablara y no los delatara y pusiera al descubierto lo que habían planificado con celo. El plan criminal que estaban dispuestos a llevar adelante: prender fuego a un colchón, arrojarlo a la celda número 2, trabar la puerta por fuera, y dejar que los siete que estaban adentro murieran del peor modo. Seis murieron del peor modo; algunos de forma inmediata; otros a las horas; algún último luego de varias semanas de agonía. Murieron asfixiados por el humo, con gravísimas quemaduras. Las cámaras del Servicio Penitenciario captaron la escena, el colchón prendiéndose fuego, arrojado luego al sitio donde otros dormían profundamente, cerrando la celda: la trampa mortal. Sólo uno de los siete sobrevivió.
Así lo contó el fiscal Eduardo Guaita, de la Unidad Fiscal de Victoria, en el alegato de apertura del juicio que se lleva adelante en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay desde el martes 7. «Este plan criminal lo ejecutaron la mañana del 7 de junio de 2018, pasadas las 06,30. En dicha oportunidad, los imputados aguardaron a que los funcionarios penitenciarios, tal como lo hacían diariamente, quitaran los candados y pasadores externos de las cuatro celdas que componían el pabellón, y una vez que se retiraron los celadores del pabellón, Kevin Paniagua salió de la celda número 3, se dirigió a la celda 1 y le volvió a colocar el pasador externo. Lo mismo hizo con la celda número 4. Mientras hacía eso Paniagua, Chamorro y Framulari tomaron un colchón existente en la celda número 3 y le prendieron fuego con un encendedor. Y mientras Chamorro abría la puerta de la celda para permitir el paso de Framulari, éste se dirigió a la celda número 2, donde arrojó el colchón, aprovechándose de que las víctimas se encontraban en absoluto estado de indefensión, ya que estaban descansando, debido al horario de la mañana en que se produjo el ataque. Los imputados luego cerraron la puerta de dicha celda a la que le colocaron el pasador externo para impedir que los siete ocupantes de la misma pudieran salir del lugar. El medio utilizado para matar a los integrantes de la celda número 2 a su vez era un medio idóneo para generar un peligro común para los restantes internos que se encontraban alojados en el pabellón número 3. Como consecuencia del comportamiento desplegado por los imputados, seis de sus ocupantes murieron. Justo Silva, Marcelo Beber y Matias Ezequiel Rodríguez fallecieron ese mismo día por asfixia por inhalación de humo y quemaduras en las vías aéreas de respiración. Vladimir Casco y Brian Alarcón fallecieron, uno en la noche del 7 de junio de 2018, y el otro en las primeras horas del 8 de junio, también por asfixia por inhalación de humo y quemaduras en las vías aéreas de respiración. Mientras, Francisco Alberto Coronel, quien estuvo internado desde el día del hecho hasta el de su fallecimiento, murió el 14 de julio de 2018, como consecuencia de las graves quemaduras sufridas el día del hecho que derivaron en una falla multiorgánica. Sólo logró salvar su vida Emilio Suarez, quien sufrió importantes quemaduras principalmente en los miembros inferiores de su cuerpo».
La Fiscalía enrostró a los tres el séxtuple homicidio calificado por haberse cometido con alevosía, ensañamiento, mediante la utilización de un medio idóneo para crear peligro común y con el concurso premeditado de tres personas en concurso ideal con homicidio igualmente calificado en grado de tentativa para con Emilio Suarez, ambos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por ser 3 personas en perjuicio de Sosa -, debiendo considerarse a los nombrados como co-autores de dichos comportamientos delictivos.
El 7 de junio de 2019, un año después de aquella masacre en la cárcel, el juez de Garantías de Victoria, José Alejandro Calleja, remitió la causa a juicio oral al Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay.
Los tres imputados fueron sentado, desde el martes 7, en el banquillo de los acusados: Kevin Alexander Paniagua, nacido en Paraná, actualmente alojado en la Unidad Penal 3 de Concordia; Ismael Ramón Framulari, analfabeto, también de Paraná, fue derivado a la Unidad Penal 4 de Concepción del Uruguay; y Maximiliano Ezequiel Chamorro, de 21, también de Paraná, está alojado en la Unidad Penal Nº 8 de Federal. Todos rondan poco más de 20 años.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora