Cada sesión del Concejo Deliberante de Paraná se ha vuelto, en este período, una carrera desenfrenada de superación del asombro. En la última, después de una reunión escandalosa en la que la presidente del Cuerpo, Josefina Etienot, transitó primero por un nuevo episodio de risa para terminar en un insólito ataque de bronca y llanto, se escuchó una encendida defensa a la modalidad impuesta por el gobierno municipal de Blanca Osuna (2011-2015) en una de las ordenanzas base de la comuna: los superpoderes para definir aumentos de tasas en la Tributaria. La misma facultad se aplicó antes a la otra norma esencial: el Presupuesto, lo que posibilitó al Ejecutivo reasignar partidas sin pasar previamente por el Concejo.
Esa cesión de potestades por parte del Cuerpo, tantas veces criticadas por la minoría en el seno del Concejo del último período, ahora no sólo se reiteraría en los proyectos del nuevo gobierno municipal, sino que también fue defendida acaloradamente desde la oposición (antes oficialismo).
“Tomaron algo bueno y lo hicieron escalofriante”, dijo el concejal David Cáceres, del Frente para la Victoria, al referirse a una modificación aplicada por el gobierno de Sergio Varisco a un índice incorporado por Osuna a la ordenanza Tributaria que permite al Ejecutivo aumentar las tasas por decreto.
El concejal se refería al Indice Referencial de Actualización Tributaria (IRAT), una cláusula introducida en 2013 a la ordenanza Tributaria que habilita al Ejecutivo a actualizar las tasas en forma semestral, de acuerdo a la evolución de los costos del personal municipal, del gas oíl y la electricidad. De esa combinación surge el IRAT, que podrá ser aplicado por el Ejecutivo cada seis meses y sólo deberá ser ad referéndum del Concejo cuando exceda el 12% de aumento, consigna la ordenanza N° 9.179.
“El gobierno anterior, de la ex intendenta Osuna, había implementado el IRAT (…). Esto era que cada seis meses las tasas se iban actualizando para que no nos suceda la gran Macri que llega al gobierno y pum…: ajuste, un 500, 600, 1000 por ciento de aumento en los impuestos”, empezó diciendo el edil. Seguidamente, planteó su preocupación: “El IRAT lo que hacía era actualizar semestralmente los impuestos, pero tenía un tope: el 12% (de suba semestral), un 24% anual. Esta gestión en su reforma tributaria lo mantiene al IRAT pero le quita el tope, así que cada seis meses nos van a cobrar los que ellos quieran según los aumentos de nafta y de otras cuestiones. Pobre los contribuyentes, (los actuales gobernantes) tomaron algo bueno y lo hicieron escalofriante”.
El planteo fue parte de uno mayor en el que Cáceres advirtió la intención del Ejecutivo de aumentar las tasas entre un 400% y 500% y de aplicar quitas de un porcentaje del cobro de tributos a contribuyentes carentes de recursos y a pequeños comerciantes, entre otros aspectos.
QUÉ CAUSÓ LA SUBA DE TASAS POR DECRETO
La decisión de Blanca Osuna de subir las tasas por decreto, a fines de 2013, generó fuertes críticas e intentos de frenar la modalidad instrumentada en la Tributaria.
Los concejales Miguel Rettore (UCR) y Marcelo Haddad (PS) anunciaron en abril de 2014 la intención de promover la modificación de la ordenanza Tributaria de ese año, con el fin de derogar dos facultades otorgadas por el megabloque oficialista, del Frente para la Victoria, conformado por diez concejales sobre un total de quince. Integraban esa bancada los actuales concejales Cristina Sosa y Enrique Ríos.
El Concejo Deliberante “debe imperiosamente retomar inmediatamente esas facultades, las cuales nunca debieron ser cedidas a la Intendenta, ya que la voracidad fiscal que expresa este gobierno no tiene precedentes, lo que quedó demostrado al inicio del corriente año (2014), cuando a un mes de haber obtenido el aumento del 20% de las tasas, Blanca Osuna las aumentó por decreto otro 20%, sin tener en cuenta si los contribuyentes tienen capacidad de pago en esta profunda crisis económica que estamos viviendo”, advertían en abril de ese año Haddad y Rettore.
En consonancia, el Comité Capital de la Unión Cívica Radical (UCR) expresaba: “A un mes de sancionada la ordenanza Tributaria y el Presupuesto General, por decreto 110 del 20 de enero se dispuso un aumento de tasas del 20 por ciento haciendo uso de las facultades delegadas del Concejo Deliberante y por decreto 251 del 31 de enero se aumentó el Presupuestos General en 14 millones de pesos no teniendo facultades para realizar esas modificaciones y menos, direccionarlas arbitrariamente por decreto de espalda al pueblo paranaense”.
De la facultad de reasignar partidas se habló en la sesión del escándalo, del 3 de noviembre pasado. En la oportunidad, Etienot reclamó esa facultad también para el Cuerpo y se quejó de esa diferencia con el Ejecutivo.
Cabe recordar que al IRAT, contemplado en la Tributaria 2013, se le añadió en 2014 la Unidad Tributaria de Referencia (UTR) que reemplazó los montos en pesos de tasas y derechos, tal cual venía figurando históricamente en la ordenanza. La UTR arrancó en la Tributaria sancionada a fines de 2013 con un valor de un peso, cifra que el Ejecutivo podía recalcular durante el año, lo que impactará automáticamente en los precios de todas las tasas y derechos, informaba este sitio por entonces.
Se trata de un poder extraordinario –el de aumentar las tasas por decreto– que en su momento fue considerado, al menos, insólito. Hasta 2013, la Tributaria se debatía anualmente en el Cuerpo, en base a números en pesos, y lo que es aprobaba era el valor que se aplicaba luego a las tasas.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.