El jueves 4 de noviembre, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) irá a elecciones para renovar autoridades. Para la conducción provincial, se presentan dos listas: la Marcha Blanca, que alinea a la Lista Integración y a la Rojo y Negro, y que propone la reelección de Marcelo Pagani como secretario general; y la Lista Multicolor, que por primera vez compite y que lleva como candidata a secretaria general a Gimena García.
El padrón provincial muestra que 19.791 afiliados en condiciones de votar, y de estos, 3.632 afiliados se concentran entre Paraná ciudad y Paraná Campaña, según los datos de la Junta Electoral. En Paraná, donde no se dio la unidad que sí ocurrió en provincia, hay dos listas para conducir la seccional: Integración lleva como candidata a secretaria general a Carolina Heis; en tanto, la Rojo y Negro, presenta una lista que encabezan Cristina Miño, para secretaria general, y Martín Tactagi, como candidato a secretario adjunto. La Multicolor sólo presenta candidatos a congresales.
Miño y Tactagi respondieron cinco preguntas sobre la propuesta electoral de la Rojo y Negro para Agmer Paraná:
-¿Cuál es la expectativa para las elecciones del 4 de noviembre? La Agrupación Rojo y Negro tiene larga tradición de conducir Paraná. ¿Perciben algún cambio entre la docencia?
-No percibimos grandes cambios en la docencia. Transitamos los mismos debates que hemos tenido en los últimos años mientras hacemos las asambleas. Las preocupaciones del día a día que tienen los docentes nosotros les vamos dando respuesta, al tiempo que vamos diciendo cuáles son nuestras propuestas, que obviamente están en línea con lo que ellos están pidiendo. No construimos las propuestas al margen de las necesidades, sino que es al revés: construimos propuestas en función de lo que ellos van necesitando.
-¿Cuál creen que son las principales demandas del docente?
-El punto número uno que atraviesa a todo el colectivo docente está vinculado con el salario. Nosotros arrancamos, después de 45 días de carpa y una lucha intensa que dio el colectivo de los docentes frente a Casa de Gobierno, un 35% de aumento. Y ahora, vamos a exigirle al Gobierno que nuevamente reabra ese espacio paritario para que nos dé más porcentaje, porque es imposible pensar que en un año en el que la inflación va a llegar al 50% los docentes podamos vivir con un 35% de aumento. Sobre todo porque una gran parte de la docencia está bajo la línea de pobreza. La canasta básica está en $70 mil, y es infinita la cantidad de docentes que cobran por debajo de esa cifra. Otra de las demandas que permanentemente han salido en las asambleas mientras conversamos con los compañeros está vinculado a la necesidad de vivienda. Nosotros hemos construido desde hace muchos años un espacio, que se llama Crece desde el pie, mediante el cual hemos generado proyectos de viviendas en distintos lugares de la ciudad, articulando con bancos, con el Gobierno, con las distintas entidades, para que nuestros docentes puedan tener viviendas. Otro tema importante es la salud. Es uno de los focos rojos para los trabajadores del Estado. El Iosper no está dando respuesta en la medida de las necesidades. Tenemos muchísimos compañeros con enfermedades crónicas, y permanentemente tienen que estar solicitándolo a la farmacia o a la obra social cuando debería ser algo más automático. Sobre este tema, también hay muchas prestaciones que no están teniendo los compañeros, como odontología o psicología. Y frente a esto el compañero tiene que usar dinero de su bolsillo para la atención de su salud.
-¿Por qué entienden que no se alcanzó la unidad en Paraná a diferencia de Provincia?
-No hemos todavía madurado ese proceso que sí ya ha madurado en otros lugares. No sabemos si eso va a ocurrir en algún momento. Pero eso no quiere decir que nosotros entendamos que las otras agrupaciones o sectores políticos sean nuestros enemigos. Lo que tenemos bien en claro es que es un momento en el que todos debemos conversar con el colectivo docente para decir cuáles son nuestras propuestas y escucharlas. Y en este momento en Paraná estamos dando la disputa cada uno contando cuál es su propuesta, para que nos escuche hasta el último afiliado, sabiendo qué piensa un Rojo y Negro; o qué es lo que piensa otra agrupación. Pero en principio, la clave está en que después de las elecciones necesariamente los que ganemos y los que pierdan estemos todos juntos peleando por los derechos de los trabajadores. Eso es lo que expresa la Lista Marcha Blanca en la provincia: que más allá de nuestras identidades políticas, es un momento en el que se hace necesario poner esas diferencias en diálogo para construir un potente sindicato.
– ¿Qué perciben en las escuelas? ¿Hay interés con las elecciones?
-En las escuelas no es que no había clima electoral, pero cuando nosotros fuimos a las escuelas, y empezamos a conversar, y recuperamos en la presencialidad el clima de asamblea que tanto nos enriquece, rápidamente ese clima electoral se volvió demanda. Y lo que fuimos recogiendo lo fuimos anotando para encontrar los caminos para solucionarlos. Es imprescindible un sindicato bien fortalecido, para que esas demandas sean escuchadas por la patronal. Y no hay otro camino para empezar a entender que el sindicato se fortalece que no sea mediante una asamblea, donde todos los docentes participan y hacen escuchar su voz, y nadie se queda sin decir lo que piensa,
-¿Qué escenario se abre para el sindicato de cara al próximo año escolar?
-Eso está vinculado con esta necesidad de un salario acorde a la canasta básica. También está vinculado con la atención a una carrera docente y sus necesidades. Por eso, para nosotros es imprescindible que Susana Cogno vaya nuevamente al CGE para poner en funcionamiento los sistemas de tránsito de los docentes en la carrera, con credenciales actualizadas, con listados de nivel primario actualizados, saneados, con concursos saneados, y para eso hay que recomponer el CGE. Respecto de la cuestión salarial, ya le pedimos al Gobierno que se siente a discutir paritaria. Todavía no lo ha hecho. Pero advertimos que los docentes están vulnerados. Entonces, si el año que viene tarda en convocarnos, no va a ser culpa nuestra que las medidas de fuerza puedan entorpecer el inicio del año escolar.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora