El montaje del parador playero en Mar del Plata, en enero de 2015, como parte de la instalación de la candidatura del exgobernador Sergio Urribarri, según la acusación de la Fiscalía, fue el tema central de la jornada número 15 del megajuicio al extitular del Poder Ejecutivo, ahora embajador argentino en Israel, que sustancia en los Tribunales de Paraná desde el 27 de septiembre último.

Ese parador, que estuvo durante todo enero de 2015 en las playas de Mar del Plata, fue montado por el empresario Gerardo «Foia» Caruso, titular de la empresa El juego en que andamos SRL, y le costó a la Provincia más de $14 millones.

La acusación de la Fiscalía señala que Urribarri y su entonces ministro de Turismo, Hugo Marsó, sustrajeron $14.561.870,00 para la instalación, montaje y puesta en funcionamiento del parador playero marplatense, empleando la contratación en provecho del entonces mandatario para promocionar, con fondos públicos, su precandidatura a presidente en las elecciones generales de 2015. Es una de las tres causas penales que llevaron a juicio a Urribarri.

El megajuicio dolarizado: u$s 8.660.600

 

Para el cometido, según la Fiscalía, se utilizó una maniobra en la que intervino una empresa vinculada al exdirector de Contenidos del “Fútbol para Todos, Gerardo Caruso, el cuñado de Urribarri, Juan Pablo Aguilera, y la contadora de las empresas de éste, Corina Cargnel.

La operación se resume del siguiente modo: la Provincia convocó a una licitación pública con plazos reducidos; a la compulsa se presentaron dos firmas, Castromil SRL y El Juego en que andamos SRL. La primera perdió, porque, insólitamente, no estaba inscripta en el Registro de Proveedores del Estado, requisito básico y conocido en ámbitos empresariales y públicos. Ganó El juego en que andamos SRL, que se sí se inscribió en el Registro de Proveedores, y cumplió uno de los requisitos, tener domicilio en la provincia, y puso la dirección del entonces secretario de Justicia, Rubén Virué, en Larroque.

De modo que descartado el competidor –que en la Justicia consideran ficticio o simulado-, se contrató a la empresa que supuestamente se quería beneficiar desde el inicio. La maniobra continuó cuando la firma contratada gira una parte de ese dinero a la subcontratación de publicidad de campaña. Para hacer efectivo este paso fue indispensable de empresas intermediarias, entre las cuales se encontraban las del cuñado del gobernador.

“El Juego en que andamos SRL”, de la que es socio gerente Gerardo ‘Foia’ Caruso, fue la firma que levantó el parador. En la Justicia cuentan con elementos que probarían que una parte de los $14 millones que se le pagó fueron destinados a subcontratar a la cooperativa de trabajo “X la Plata Publicidad” Ltda. para realizar una campaña de difusión de la figura de Urribarri como precandidato a presidente. Por el servicio de cartelería en el vía pública a esta firma se le pagaron $338.800.

 

Javier Philips, un publicista porteño  que actuó como intermediario en la colocación de 100 cartelerías en rutas de la provincia de Buenos Aires para instalar la figura de Urribarri, reveló datos relevantes sobre la conexión de Aguilera y Caruso .

-¿Conoce a Aguilera? –le preguntó el fiscal Juan Francisco Ramírez  Montrull.

-Sí, lo conocí en febrero de 2015. Me contactó. Evidentemente llegó a mí por algún contacto. En aquella época ofrecíamos carteles ruteros, distribuidos en las rutas de la provincia de Buenos Aires. Quería pautar en estos carteles. Me convocó para preguntarme por el valor y qué disponibilidad de carteles había. Era para lo que comúnmente se llama en política instalación de un candidato, cuando un candidato no es muy conocido. Se pauta una campaña para instalar al candidato para que se haga conocido. Esto es habitual fuera de la campaña, un año o seis meses previos. Es posicionarlo en una zona donde no es muy conocido.

-¿Quién era este candidato?

-Urribarri

-¿Exclusivamente con Aguilera se comunicó?

-Me contactaron de la Casa de la Provincia de Entre Ríos. Se comunicó él (Aguilera fue director de la Casa de Entre Ríos) y un asistente de él para que le llevara las propuestas. Tuve varias reuniones. El asistente era Raúl  “Tati” Galarza era la otra persona con la que comuniqué (Galarza fue secretario privado de Urribarri en la Gobernación, y en el megajuicio declaró que actuaba ad hoc como asistente de Aguilera, y viajaba a Buenos Aires, NdelR).

-¿En qué consistieron sus gestiones en esto?

-La típica gestión de agencias, que es intermediar. Qué podía ofrecer yo. En ese momento contaba con la posibilidad de ofrecer 100 carteles en las rutas de la provincia de Buenos Aires, que eran de la de la Cooperativa X La Plata, que tenía unos cuantos carteles. Ofrecía esto a quienes querían hacer campaña en la provincia de Buenos Aires.

El acuerdo se cerró, aunque de palabra. Philips dijo que se cerró “un acuerdo de palabra” con Aguilera para instalar 100 carteles con la figura de Urribarri durante tres meses. Y que por ese servicio se facturó el pago a la empresa de Caruso, El Juego en que andamos SRL. Que esa empresa hizo el pago mediante transferencia electrónica a la Cooperativa X La Plata. Que los carteles tuvieron un costo de $2.800 cada uno, más IVA, que fueron 100 carteles, por lo que se pagó $280 mil. Pero que pagaron solo un mes, y no los tres comprometidos.

-En la Casa de Entre Ríos me dieron el CUIT de la empresa a la que teníamos que facturar, El juego en que andamos. No recuerdo si Aguilera o su asistente que me lo dio. Me hicieron facturar de El Juego en que andamos. Le pasé el CUIT a la Cooperativa X La Plata, que le facturó a esta empresa. Esto ocurrió a finales de febrero. Se hizo la facturación. Y mediados de marzo transfirieron el pago. Quedaron adeudando otros dos meses. Fue un acuerdo de palabra. Y vamos a hacerlo tres meses. El primer mes lo hicieron. Después, no pagaron más.

-¿Intentó comunicarse con Aguilera para reclamarle el pago?

-Sí, pero ya sabemos lo que es esto. Yo y la cooperativa estamos acostumbrados a esto. En lo personal, no me dedico más a lo que es campañas políticas. Sigo con privados, porque es el peor negocio trabajar para la política.

La cartelería que se instaló en rutas de la provincia de Buenos Aires y que facturó la firma de «Foia» Caruso.

 

 

La negociación

La firma que integra Caruso, según la acusación, también habría hecho un “retorno” de dinero en efectivo al cuñado de Urribarri, Juan Pablo Aguilera por $ 2.000.000, a través de transacciones bancarias a las empresas de su propiedad, Tep SRL y Next SRL, y a otras que actuaron como “intermediarias” como Visual Ilusión SA, Megaprint, Wall Street Vía Pública SA y Fredy Publicidad SRL, por $2.468.700.

Además, señalan que la operación no pudo llevarse a cabo sin la colaboración de Corina Cargnel, contadora de las empresas Tep y Next, que se adjudican a Aguilera. La profesional se habría encargado de confeccionar las facturas para las firmas y los retornos.

La firma de ‘Foia’, en la casa de Virué


Los trámites para contratar a “El juego en que andamos SRL” se iniciaron el 5 de diciembre de 2014, cuando el entonces ministro Hugo Marsó interesó a Urribarri la instalación del parador para difundir la marca Entre Ríos como destino turístico en Mar del Plata. En el expediente de la causa por el parador, se considera que esa solicitud fue justificada de forma “ficticia”, ya que la verdadera razón era promover la precandidatura de Urribarri.

Según la acusación, Urribarri y Marsó tuvieron el “aporte imprescindible” de Gerardo Caruso, socio gerente de la firma contratada y, entonces, director de Contenidos del Fútbol para Todos. Los investigadores entienden que “Foia” contó con “información privilegiada que le permitió la presentación de la oferta y hacerse adjudicatario de la misma”, y que tuvo la connivencia de Urribarri, Marsó y Aguilera. Y recalcan que la licitación pública N°69/14, fechada el 29 de diciembre de 2014, se realizó con una convocatoria con plazos reducidos.

La firma tiene su sede en Vera 952, piso 5°, departamento B, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; sin embargo, en manos de los fiscales hay un documento en el que se consignó el domicilio del entonces Secretario de Justicia Rubén Virué, quien renunció al cargo el 5 de junio de 2015.

Ese dato llamó la atención a los investigadores al momento de analizar la documentación referida a la firma que integra Caruso. La dirección de la vivienda particular de Virué es calle Las Heras 207 en la ciudad de Larroque, departamento Gualeguaychú, y aparece en la documentación presentada en la provincia por “El Juego en que andamos”. La acusación fiscal consideró ese dato como ficticio.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora