La siesta del sábado se sacudió con un vendaval: agua, viento, relámpagos, truenos. La ciudad se oscureció a la hora de la solapa, y trascartón se descargó un diluvio. La tormenta había amenazado con desatarse por la mañana pero la descarga ocurrió finalmente a mediatarde. El aguacero sorprendió a muchos. Como a un grupo de ciclistas que hacía lo que podía con viento en contra y agua brava, subiendo, desde el Parque hacia el centro, por calle San Martín.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.