El cartel de alquiler apareció en las paredes vidriadas del viejo edificio que ocupó la Redacción de El Diario, sobre calle Urquiza. Ahora, esa Redacción se trasladó a la vieja construcción de Buenos Aires y Urquiza. En la antigua locación, hubo una librería católica y ahora, nada. Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario, ingresó en 2018 en un proceso de concurso preventivo con el despido de más de 80 trabajadores a los que no se les pagó indemnización. Ese proceso, complejo, está sin resolver. Mientras, SAER está hoy en una situación compleja, sin que se sepa a ciencia cierta quién tiene la mayoría accionaria. Lo último que se supo al respecto fue un proceso de salvataje que abrió el Juzgado Civil y Comercial N° 9, que tramita el concurso. Es así que el juez a cargo del expediente, Ángel Moia, abrió una última instancia antes de la quiebra. Se trata del cram down power, una figura inédita para la jurisprudencia vernácula que permite a oferentes pujar por las acciones de la empresa en picada y también gestionar acuerdos con los acreedores. Nada ha ocurrido al respeto. Mientras, el cartel de alquiler se ha puesto en la vieja Redacción.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora