El temporal de febrero todavía muestras sus coletazos en la ciudad.
Por ejemplo, en la Escuela N° 22 Jorge Newebery.
El vendaval hizo estragos en el edificio y, de momento, las autoridades no han podido resolver el desbarajuste.
El viento volteó árboles y dañó el edificio, y quienes sacaron la peor parte son los chicos denl nivel inicial: desde que comenzó el ciclo lectivo, no dan clase en las aulas, sino en un salón que prestó la Parroquia Nuestra Señora de Pompeya.
El patio sigue igual a como lo dejó el viento y el aguacero, el tronco del árbol ocupa un gran pedazo del pequeño patio, y los chicos del Jardín de Infantes dan clases en la iglesia, y lo que ocurre ahora es que dos albañiles hacen lo que pueden por volver todo a su lugar.
Todavía, nada se consigue.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.