Se acabó el misterio: el cura Juan Diego Escobar Gaviria fijó de modo temporario domicilio en calle Comandante Espora al 500, la casa de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo, en Paraná.
En un principio se pensó que ese lugar era su domicilio sólo por un día, y que el viernes se acordaría entre los abogados defensores del sacerdote, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón, y el arzobispo Juan Alberto Puiggari, un alojamiento que lo apartara del centro de la escena. Pero Escobar Gaviria sigue todavía allí.
En poco más de un mes de tramitación de la causa por abuso de menores contra Escobar Gaviria, hechos que se sospecha habrían ocurrido en la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González, el cura ha jugado a las esondidas con la Justicia, falseó datos sobre su paradero y tuvo a la policía pisándole los talones con una orden de captura.
Escobar Gaviria tiene tres denuncias en su contra por abuso de menores. La Unidad Fiscal de Nogoyá tiene tres legajos con el nombre Escobar Gaviria. El primero, caratulado “Señor Defensor Oficial s/Presentación”, que tiene que ver con la primera víctima, un nene de 11 años; a ese se agregaron otros dos: “Juan Diego Escobar Gaviria s/Abuso Sexual” y “Juan Diego Escobar Gaviria s/Promoción a la corrupción agravada de menores”.
Su última estancia en Oro Verde, adonde llegó para recluirse por orden judicial, generó más escándalo que tranquilidad.
Escobar Gaviria fue párroco de Lucas González –un pueblo de poco más de 4.000 habitantes, a 133 kilómetros de Paraná– desde 2005 hasta el 27 de octubre pasado, cuando fue apartado por orden de la curia.
Desde entonces, el sacerdote no puede oficiar misas en público, y esa situación se mantendrá hasta que se cierre la causa en la Justicia.
A la primera denuncia hecha por las monjas que dirigen el Colegio Castro Barros San José por el abuso de un nene de 11 años, se sumaron dos presentaciones: dos jóvenes, mayores de edad, que contaron de qué modo el cura abusó de ellos cuando eran niños.
Escobar Gaviria, nacido en Medellín, Colombia, el 13 de mayo de 1958, integrante de la Cruzada del Espíritu Santo, fue suspendido por Puiggari.
El lunes 31 de octubre, la curia dio a conocer un comunicado en el que anunció que Escobar Gaviria tiene prohibido ejercer el sacerdocio, y en privado, Puiggari le pidió que buscara alojamiento en una casa religiosa. El domingo Escobar Gaviria ingresó a la Casa Padre Lamy, de la congregación Servidores de Jesús y de María, en Oro Verde. Pero no dijo nada. Recién el lunes les informó a los religiosos que estaba allí porque había una denuncia por abuso en su contra.
El lunes 31 de octubre y ante la falta de información sobre el paradero del cura, los fiscales Rodrigo Molina y Federico Uriburu cursaron un oficio a la curia preguntando por el paradero de Escobar Gaviria. No les respondieron sino hasta el martes 1º de noviembre, a la tarde. Por eso, a la mañana del martes, el juez de Garantías Gustavo Acosta libró una orden de captura contra el cura.
El cura estuvo en la cárcel de Victoria desde el jueves 3 hasta el jueves 10, cuando fue puesto en libertad luego de una apelación de sus defensores.
Después, se alojó en un departamento de calle Los Cardenales, de Oro Verde, al aguardo del avance de la causa en los Tribunales de Nogoyá.
Sus defensores informaron dos domicilios, sobre la calle Los Cardenales. Aunque luego se descubrió que uno era el domicilio del hijo de la pareja del exjuez Penal de Menores Mario Gómez del Río, y el segundo, el comedor de la Parroquia de Oro Verde.
Y más grave: comenzaron a circular versions de que el cura había salido de Oro Verde, violando una orden judicial, y había atendido fieles, en abierto desafío a la imposición de Puiggari.
Además, estando en Oro Verde, fue rechazado por la Casa Padre Lamy para alojarse allí.
En medio, un grupo de vecinos se presentó ante la Municialidad de Oro Verde y pidió que Escobar Gaviria fuera declarado persona no grata.
Por esa razón, el jueves, durante una audiencia en los Tribunales de Nogoyá, se acordó un nuevo lugar de alojamiento. Ese nuevo sitio es la casa de la congregación Cruzada del Espírutu Santo, a la que pertenece Escobar Gaviria.
Aunque la historia todavía tiene final abierto.
¿Seguirá allí o será reubicado en otro lugar?
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.