El juego de la oca es un juego de mesa quizá hoy arrumbado en el rincón de los recuerdos, igual que los naipes; o como la payana; o las bolitas, aka, en el mundo del doblaje televisivo, convertido en canicas. Bueno, en el juego de la oca se avanza en un zig zag de 63 casilleros según la suerte que arrojen los dados. Se puede avanzar; también retroceder: ese es el juego.
El trámite del recurso de amparo que presentó, el 29 de diciembre de 2021, la Procuradora Adjunta y Fiscal Anticorrupción, Cecilia Andrea Goyeneche, tiene por estas horas un recorrido incierto por los despachos de Tribunales, casi como en el juego de la oca. Goyeneche acudió con un amparo contra el Gobierno por la resolución que adoptó, el 30 de noviembre último, el Jurado de Enjuiciamiento, que al dar trámite favorable a un proceso de jury por supuesto mal desempeño, la suspendió en el cargo y apartó al Ministerio Público Fiscal de su rol de acusador.
El 25 de enero la jueza de feria Elena Beatriz Albornoz hizo lugar parcialmente al amparo, y tildó de «ilegítimo» el accionar del Jurado de Enjuiciamiento al haber apartado al Ministerio Público Fiscal de su función acusadora, y convocar en su lugar a fiscales ad hoc. La magistrada, que sucedió en el tratamiento del recurso de amparo de Goyeneche luego de que en primera instancia interviniera el juez laboral José Antonio Reviriego, dispuso que «el órgano acusador ante el jury dispuesto a la amparista Cecilia Andrea Goyeneche sea el Ministerio Público Fiscal representado por el Procurador General en los términos establecidos por el articulo 11 de la ley 9283».
La Fiscalía de Estado, que se había presentado en Tribunales y había pedido que se rechace el amparo de Goyeneche, apeló la resolución de Albornoz y el caso derivó para su tratamiento ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ). Goyeneche fue notificada que en el trámite para su resolución interviene un tribunal de feria, conformado por los vocales Claudia Mizawak, Bernardo Salduna y Miguel Giorgio. Lo que siguió fue la decisión de la Procuradora Adjunta de recusar a Mizawak y Giorgio. A la primera, por haber sido firmante de la resolución del Jurado de Enjuiciamiento que abrió un proceso de jury en su contra; y a ambos, por un documento que emitió la Sala Penal del STJ en diciembre de 2020 en el que se reprochó la actuación de Goyeneche como jurado técnico del Consejo de la Magistratura.
Jury: los vocales del STJ hablan de «operaciones mediáticas»
Pero ese tribunal de feria tiene fecha de vencimiento. La feria judicial concluye este lunes 31, y mañana se retoma la actividad habitual en el Poder Judicial, y entonces será el pleno del STJ, en una conformación de 5 vocales, el órgano que deberá resolver finalmente el amparo de Goyeneche. La Procuradora Adjunta está a la espera de que le notifiquen cuáles jueces se ocuparán de su caso, para entonces volver a la carga con nuevas recusaciones, si caben.
A las recusaciones de Mizawak y Giorgio, se suma la denuncia penal que formuló contra la propia Mizawak y los vocales Martín Carbonell y Daniel Carubia. También los ha recusado en el proceso de jury a Carbonel, Carubia y Mizawak.
Aún cuando no fue recusado, la situación del vocal Bernardo Salduna -que integra como suplente el Jurado de Enjuiciamiento- quedó en situación peculiar. El magistrado, que suele tener bajísimo perfil, se mostró con inusual verborragia en torno al procedimiento de jury.
“Lo que puedo decir es que el sistema por el que se tramita todo esto, en sí, es malo. El sistema que tenemos en la ley de enjuiciamiento es malo. Debiera ser un medio ágil, rápido, eficiente y que se resolviera en un plazo que no pudiera superar los sesenta días como máximo. Acá tenemos, por ejemplo, que mandan suspender a la fiscal por un término de seis meses. Y a lo mejor se prolonga por más tiempo antes de resolver si es culpable o no. A eso, hay que sumar el tiempo anterior que ya lleva. El sistema es malo, debiera resolverse en no mas de sesenta días. No se puede tener en la parrilla a un funcionario o magistrado tanto tiempo, eso causa un enorme daño, personal, y, más importante, institucional”, declaró Salduna al programa radial El colectivo (Mitre Concordia 101,1).
Dijo más todavía: “Es una situación anómala, y yo la he señalado cuando a mi me tocó presidir, por dos años, el Jurado de Enjuiciamiento. Yo revisaba las denuncias que entraban y, en algunos casos, las rechazaba in limine, es decir, por un decreto de Presidencia, sin dar intervención al resto de los jurados. Esto lo hacía cuando veía que las supuestas denuncias no tenían mayor asidero, no podíamos tener a un juez, que un abogado porque le fallaban en contra, metía una denuncia ante el jurado, y con el sistema que tenemos pasaban varios meses, a veces un año o más con un jury abierto. En ocasiones ocurría que esto le quitaba puntaje, por ejemplo, para presentarse a un concurso. Algunos me criticaron , pero yo estoy convencido que hice bien”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora