Entre tres a cuatro hombres en situación de calle han tomado la vereda de la capilla Nuestra Señora de la Asunción del Colegio Cristo Redentor como lugar para pernoctar y pasar gran parte del día. El templo sólo abre sus puertas en domingo; el resto de los días está cerrado, incluso con rejas en los patios laterales por lo cual no hay modo que esa gente que duerme en la vereda pueda buscar cobijo en algún rincón de la casa de Dios. La casa de Dios no está para esos asuntos. Las monjas Franciscanas de Gante, que dirigen el colegio y son responsables del templo, al parecer, permanecen ajenas al destino de esas personas. También, claro, el Estado.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora