El exgobernador de la Provincia y actual embajador argentino en Israel declaró como imputado en el megajuicio que se sustancia en su contra y negó haber cometido delitos, cargó contra un sector del Poder Judicial, de los medios de comunicación y de la oposición política y de algún “fuego amigo” del peronismo que, a su criterio, se confabularon para sentarlo en el banquillo de los acusados.
Urribarri habló de lo que denominó el “tridente” y en ese esquema ubicó primordialmente al actual diputado nacional por Entre Ríos Rogelio Frigerio (Juntos por el Cambio), al periodista Daniel Enz, director del sitio Análisis Digital, a quien señaló como “ensañado” con si figura, y a determinados miembros del Poder Judicial, y particularmente el juez de Garantías, Ricardo Bonazzola, “algunos fiscales”, y se detuvo en la suspendida Procuradora Adjunta y Fiscal Anticorrupción Cecilia Goyeneche, que habló de que el proceso de jury abierto en su contra fue obra del urribarrismo.
“Ninguno, ninguno de los actos que desde hace 6 años se vienen ventilando, desmenuzando y analizando, ninguno de esos actos se realizó violando ninguna ley. Pero sí esos actos se realizaron haciendo uso del poder conferido por ese voto popular”, dijo sobre las cinco causas penales que integran el megajuicio. “Como hombre de la democracia y de la política, jamás me opondría ni me opondré a la revisión de mi gestión, de nuestra gestión, por parte de quien sea porque tengo muy en claro que nuestro desempeño como funcionario público y más aún cuando ejercemos cargos electivos como el que yo ejercí. Siempre estamos sujetos estamos al análisis permanente de los organismos de control, de los organismo legales, de la opinión pública, de la prensa, y por supuesto del Poder Judicial”, afirmó en su declaración vía zoom desde Israel.
Dijo que “siempre estuve y siempre estaré a disposición de la Justicia”, y manifestó que aguarda que el proceso culmine con imparcialidad y objetividad, “garantías que hasta el inicio de este juicio lamentablemente no hemos tenido. Repito: garantías que hasta el inicio de este juicio no hemos tenido”. Al respecto, apuntó: “En estos meses, he visto y he seguido este juicio y se ha demostrado imparcialidad y se ha manejado con equilibrio” el juicio.
“Pero hasta el inicio de este juicio, nada de lo que ocurrió fue serio. A saber: denunciantes que son conocidos dirigentes políticos del espacio opositor que motorizaron y motorizan presentaciones a partir de publicaciones realizadas por un periodista obsesionado conmigo y devenido desde hace varios años en jugador político con claros intereses”, dijo antes de mencionar a quién se refería: Daniel Enz.
Pero también cargó contra la Justicia, y particularmente contra “algunos fiscales, que actuaron con total arbitrariedad y direccionamiento por supuesto al calor de una coyuntura política y no respetaron procedimientos, no respetaron normas. También, jueces de Garantías que no han cumplido su función, se han lavado las manos con tal de no sentirse expuestos, que han hecho oídos sordos, que no han respetado garantías, y lo más grave; han mandado a juicio para que otros se ocupen de resolver”.
“Habría que revisar el accionar de esos funcionarios judiciales y el perjuicio que generan en términos de derechos y de garantías. Repito, jueces de Garantías que han hecho oídos sordos. Ninguna de estas causas debería haber llegado a este juicio. Estamos sentados aquí por carteles en las rutas, por 4 spots, por una solicitado y por un parador playero. Y hablan de megajuicio, de megacausa, como una forma sutil que busca instalar una condena social. Me pregunto cómo se referirán a las causas terribles que han marcado a nuestra historia si a esto lo llaman megajuicio”, planteó Urribarri.
Luego, añadió: “Aunque a nadie le sorprenden estas cosas. Todos los días se va develando esa operatoria de persecución, desgaste, estigmatización de políticos, operatoria que comenzó ni bien terminamos la gestión, con la connivencia de tres patas: sectores de la política, de la Justicia y sectores de los medios de comunicación. Sabemos que existieron mesas judiciales, maniobras de espionaje ilegal, una Gestapo antisindical y política, partidos de tenis de Macri con jueces y vaya a saber cuántas cosas más que nos iremos enterando”.
“Entre Ríos no fue ajena a esa realidad”, aseveró el exgobernador. “Yo fui blanco de esa operatoria. Todo lo que molestaba al poder macrista en algunos lugares del país, era atacado por ese tridente, cuya pata política en Entre Ríos es Rogelio Frigerio, el señor del espionaje ilegal, del teléfono encriptado, que opera y operó de forma agazapada desde que era ministro del Interior, porque siempre tuvo intereses en la Provincia”, subrayó.
Aseguró Urribarri que el desembarco de Frigerio en Entre Ríos “se fue gestando en connivencia con sectores del peronismo”.
El triunfo del macrista Frigerio, según la lectura del exgobernador, fue posible “sacando de juego a cierto referente no solo del peronismo, y eso fue lo que se dispuso hacer. Yo era, soy y seré uno de sus principales obstáculos. Es un secreto a voces que en la Provincia el anclaje, la vinculación de Frigerio con un sector del Poder Judicial a través de colaboradores, intermediarios. Se han conocido más de una foto de Frigerio de cónyuges de miembros del Ministerio Público Fiscal. Y su connivencia con algún fuego amigo. Él y sus asociados apuntaron al disciplinamiento de la dirigencia política acestando golpes contra determinados dirigentes. Desde hace un tiempo ya se viene develando hechos sucedidos durante su gestión como ministro”.
Endilgó a Frigerio las acciones de espionaje durante la presidencia de Mauricio Macri, y dijo haber sido víctima de esas prácticas. “Fui víctima de esas operaciones. Además de espiar, manipulaban y filtran información a un medio de comunicación. En más de una oportunidad, estando yo en el aeropuerto de Paraná o en el de Ezeiza, me sacaban fotos a mí y a mis hijos. Y antes de que saliera el viaje en avión, esas fotos ya estaban publicadas en ese medio digital” en referencia a Análisis Digital.
En forma directa, dijo que la “pata mediática” de Frigerio en Entre Ríos se centra “en la figura del periodista Daniel Enz. A Frigerio le costó muy poco sumarlo, sabido es del antikichnerismo de este periodista, y su rechazo especial que exhibe hacia la figura de Cristina Fernández en todos sus programas. Además, tiene un odio particular y personal contra mi persona”.
“(Enz) me ha responsabilizado de distintas cosas, hasta de la suerte de su hijo futbolista. De ahí que se ocupe sistemáticamente durante diez años de ensuciarme con mentiras de todo tipo, sobre mí, mi familia. Mi familia ha tenido que soportar inmundicias, proferidas por este vocero del tridente. Además, mentiras sobre personas que me han acompañado en el gobierno. Un ensañamiento que me ha dejado en ridículo cuando insiste en forzar mi nombre”, planteó.
Agregó que “cualquier actor de la política provincial sabe del posicionamiento de este periodista, y su vínculo con Rogelio Frigerio”. Y anunció que junto a su familia ha resuelto llevar a la Justicia a Enz. “No le tenemos miedo. No pienso someterme a esa lógica perversa, de generar miedo difamando gratuitamente a dirigentes políticos en su prime time televisivo. No le temo a Enz y a su productor, acusado de delitos aberrantes”, apuntó, en alusión al excomisario Mario René Wolff Furlong, exproductor del programa que se emite por Canal 9. El hombre está imputado, junto a una decena de personas, en una causa por abusos agravado de tres hermanos -menores en el momneot de los hechos- de Oro Verde.
Se quejó de “tanto escarnio mediático durante tantos años hasta llegar al juicio. Este proceso estuvo plagado de arbitrariedades. A decir verdad, hasta el inicio de este juicio, nadie puede disimularlo, hemos estado sometidos a un proceso plagado de arbitrariedades. No se han cumplido normas, se violaron garantías constitucionales, se hicieron allanamientos, con testigos que llegaron cuando el procedimiento había comenzado, que no firmaron las actas”.
También cargó contra la investigación de la Fiscalía, que incluyó, dijo, “pseudopericias hechas por agentes de Fiscalía que se hacen pasar por peritos. Y como si esto fuera poco, elaboraron informes sin ningún tipo de rigor científico y técnico. Acá no puedo dejar de mencionar al señor Hector Enrique, que se ha dedicado a hacer informes sobre lo que se sustenta la acusación. Además, informes que mandan a este medio de comunicación, con un solo objetivo, generar indignación social. Información incompleta, sesgada, falaz. Además este señor, Enrique, ha hecho informes sin ningún tipo de pruritos después de haber sido designado y despedido por nuestra administración y también nos enteramos que tiene afiliación partidaria”, aunque no aclaró a qué partido estaría afiliado el perito.
Luego, se centró en el desempeño del juez de Garantías Ricardo Bonazzolla, que firmó las resoluciones que mandó a juicio las causas contra el exgobernador. Dijo que el magistrado “desoyó, desatendió todos los reclamos de las defensas en esa cuestión, incumpliendo claramente su función de juez de Garantías. Resulta que resuelve que un planteo (hecho por las defensas) se trate en el juicio oral. Y en esta instancia, se nos dice que los cuestionamientos a la incorporación probatoria debieron haberse hecho ante el juez de Garantías. Parece el juego del huevo y la gallina. Un juego generado a partir de la arbitrariedad de un juez atropellando derechos. Nada es casual”.
“Nadie es ingenuo acá –destacó-. Estamos ante hechos muy graves que ocurrieron como si nada. Me pregunto y les pregunto qué se hace con esta situación”.
Urribarri aseveró que “se llegó a este juicio con pruebas ilegales. El juez de Garantías debió haber cumplido con la función principal de garantizar la limpieza de este proceso y descartar prueba ilegal. No generalizo. Sé que en la Juticia hay muchos que se esmeran por d ar un servicio de calidad”. Pero volvió a cargar contra Bonazzola: “No sé si el accionar se debe a la incapacidad, a un interés personal, a la debilidad ante presiones periodísticas, o a un poco de todo eso. Aunque a decir verdad creo que la debilidad ante presiones periodísticas se lleva las de ganar”, afirmó.
“Vemos a ciertos medios manipulando, machacando, con mentiras, con supuestos hechos que no están probados, con cuestiones que no figuran en el expediente, o que no constituyen delito, todo con el claro propósito de formar una opinión pública y generar de antemano una condena social”, dijo Urribarri.
Luego se refirió a las declaraciones periodísticas de la Procuradora Adjunta Cecilia Goyeneche, que responsabilizó al urribarrismo por su suerte en el jury abierto en su contra. “Goyeneche me señala como su adversario y el culpable de su situación laboral, personal derivado de otra causa, y sostiene que Bordet no es ajeno. Me pregunto si es realmente objetiva, si es imparcial la Procuradora en su desempeño respecto de este juicio. No, para nada lo es. No lo creo para nada. No obstante, este paso que da, hubiese ameritado un pedido de suspensión en esta causa. No lo hicimos”.
Y mencionó que la denuncia que derivó en la apertura de un jury fue motorizada por los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet, a la vez denunciantes de Urribarri en varias causas. “Además, no tengo ningún tipo de vínculo ni injerencia sobre integrantes del Jurado de Enjuiciamiento. Esto lo sabe Goyeneche porque nos conocemos todos en Paraná, y lo sabe todo el Poder Judicial”, planteó.
“Tengo claro que el objetivo principal de este proceso ha sido borrar de la memoria colectiva todo lo que hicimos estos años, la transformación que hicimos mejorando la calidad de vida de los entrerrianos”, indicó. “Han sido seis años muy duros, seis años de mentiras sobre mí, mi gestión, mi familia, las personas que formaron parte de mi gobierno. Mentiras que muchas a pesar de haber sido aclaradas se continuaron replicando una y otra vez como para instalarlas. Me quedo con el cariño de todas las personas, personas de a pie que todos los días me hacen llegar mensajes de afecto”, señaló.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora