“La acusación fue una fábula”, resumió el abogado Emilio Fouces, defensor del exministro de Turismo, Hugo Marsó, y el empresario Gerardo “Foia” Caruso, gerente de la firma El juego en que andamos, exgerente de Fútbol para Todos, implicados ambos en la megacausa del Sueño Entrerriano, en particular por el montaje de un parador en las playas de Mar del Plata en el verano de 2015, a un costo para el Estado de $14 millones.
La Fiscalía argumentó que ese parador se montó para promocionar la figura del exgobernador Sergio Urribarri, embarcado aquel año en su aspiración por suceder a Cristina Fernández de Kirchner al frente de la Presidencia de la Nación, y que en la contratación de la firma de Caruso hubo “direccionamiento”, hipótesis que se demostraría a partir de la seguidilla de llamados y mensajes de texto entre Caruso y Urribarri , y entre Caruso y el cuñado del exgobernador, Juan Pablo Aguilera.
Al exministro de Turismo de Urribarri, Hugo José María Marsó, acusado como autor del delito de peculado y negociaciones incompatibles en concurso ideal, le pidieron la condena a 5 años de prisión más la inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos.
Al empresario Gerardo Daniel “Foia” Caruso el Ministerio Público Fiscal lo imputa como partícipe necesario en la comisión del delito de peculado y negociaciones incompatibles con la función pública, en concurso ideal. Y pide la pena de 5 años de prisión y la inhabilitación absoluta perpetua.
Fouces planteó que el arranque de la causa, la foto que muestra el rostro de Urribarri en los inflables montado en las playas de Mar del Plata, nunca estuvo en el parador. “Estaba convencido de que no había elementos para traer a juicio a estas personas. Luego de haber transitado los 5 meses de debate estoy mucho más convencido todavía. Estoy convencido que no hay elementos para que encuentren mis defendidos una sanción de parte de la Justicia. Tampoco hay elementos para que hayan estado sometidos a este debate”, aseveró el letrado.
“Quiero ser claro y quiero decirlo de entrada: mis alegatos van a ser críticos de lo que ha sido la actuación de la acusación por parte de la Fiscalía, y muy crítico de la investigación y de la acusación”, lanzó en el arranque. “L acusación ha sido una bolsa llena de promesas que no se ha probado. No se ha conmovido el estado de inocencia de mis representados”, planteó.
Fouces señaló que la causa parador “empieza en base a un titular, a una foto. Con una foto que se decía que fue la insignia de un parador turístico que desarrolló la provincia de Entre Ríos en el mes de enero de 2015 en Mar del Plata. En base a esa foto, que fue tapa de una revista de la zona, se presenta denuncia ante el Ministerio Público Fiscal, y se decide abrir una investigación”. Pero enseguida aseveró que “se demostró que esa foto nunca estuvo en el parador, no obstante el Ministerio Público Fiscal continuó con la acusación, a pesar de que está probado que esa foto no estuvo allí”.
Luego marcó la “contradicción en la acusación”: en la elevación de la causa parador a juicio se habló de que se usó el parador para promocionar la figura de Urribarri en su precandidatura a Presidencia; luego, en el debate, se cambió esa figura, y se habló de “posicionamiento” del nombre del exgobernador. Y marcó “otra novedad” en el proceso, la dolarización del costo que significó la instalación del parador, $14 millones. “Sinceramente, algún día la Fiscalía tendrá que explicar los fundamentos de por qué se dolarizan sumas de contratos en peso nacional Nuestra moneda nacional es el peso. No entiendo esta costumbre de dolarizar, tratando de dar espectacularidad a la acusación. No hay ninguna razón para dolarizar”, subrayó.
Fouces contradijo la hipótesis de Fiscalía y dijo que el parador se instaló en el marco de la revalorización de la promoción turística durante el gobierno de Urribarri, en cuya segunda gestión, entre 2011 y 2015, se pasó de Secretaría a Ministerio de Turismo. Dijo que fue “una patraña” haber planteado que tuvo otro objetivo el parador de Mar del Plata. “Por qué pensar la hipótesis más rebusccada que propone el Ministerio Público Fiscal”, planteó.
“Si el Ministerio Público Fiscal considera que el objetivo del parador era promover la imagen de Urribarri o la campaña de Urribarri para las elecciones de 2015, debió haberlo demostrado. Durante 30 días funcionó el parador. No dijo nada. No dijo cuáles fueron los actos de proselitismo. No dijo nada porque no pasó nada de eso. Lo hemos demostrado sobradamente”, explicó.
Y citó el testimonio del empresario del rubro turístico Sebastián Bel, que durante el juicio admitió que el objetivo del parador fue la promoción turística de Entre Ríos. “El testimonio de Bel no deja dudas de que el objetivo el parador fue el que decía el decreto que lo autorizó y la licitación pública que terminó contratando a El Juego en que andamos para llevarlo adelante”, puntualizó.
Se sorprendió Caruso del cruce de llamadas y el detalle de las comunicaciones entre Urribarri, Caruso, Aguilera y uno de los hijos del exgobernador, negó que se haya registrado el pago de “coimas” en la contratación con la empresa El juego en que andamos, y planteó su asombro cuando pidió para su defendido el mismo trato que tuvo el empresario Jorge “Corcho” Rodríguez, imputado en la causa de los spots para la difusión de la Cumbre Mercosur, por la cual la Provincia pagó $28 millones. Rodríguez accedió a la probation y con un pago de $150 mil quedó libre de culpa y cargo. Fouces pidió igual tratamiento para su defendido, Caruso, investigado por una contratación de $14 millones, y le dijeron que no.
“El acusador dice que el modus operandi de El juego en que andamos es exactamente el mismo que el de Nelly Entertainment, de ´Corcho´ Rodríguez. Sin embargo, para ambos hubo un tratamiento distinto”, distinguió.
“Queda evidenciado lo que hemos denunciado siempre, el direccionamiento, la falta de objetividad, la falta de medir con la misma vara”, dijo Fouces.
Respecto de los contactos que hubo entre Urribarri y Caruso previo a la contratación del montaje del parador en Mar del Plata, el defensor los justificó en el hecho de que el exgoberandor fue impulsor del programa Fútbol para todos, en el que el empresario estuvo durante 8 años. “Para Fiscalíla esas comunicaciones que hubo fueron para montar el parador de Mar del Plata”, destacó.
Luego, dudó de la denominada “caja negra”, el disco externo que se secuestró durante el allanamiento a las empresas Tep y Next, que Fiscalía atribuye a Aguilera. Se trata de un elemento clave de la acusación por la documentación que guardaría ese dispositivo. Puso una serie de dudas respecto del allanamiento y dejó en evidencia una serie de contradicciones en el procedimiento.
Desacreditó Fouces la acusación respecto de la existencia de pago de coimas en el montaje del parador en Mar del Plata de parte de Caruso al cuñado Aguilera. “Sería inédito que alguien facture y pague por transferencia bancaria de los retornos”, observó y agregó: “Para colmo, dicen que hubo parte del retorno que se pagó en efectivo. ¿Por qué se pagaría con factura”. Se preguntó.
Al cerrar su alegato –inició cerca de las 16,30, concluyó 19,15- Fouces dijo que “no se acrdcitó que haya habido ningún hecho ilícito, mucho menos que mis defendidos hayan cometido hecho ilícito. No deberían haber estado sometido a este juicio. Se los tildó de delincuentes y traidores a la Patria. Se les solicitaron penas desproporcionadas, infundadas, desmesuradas, con un criterio contradictorio. Voy a pedir la absolución de Caruso y de Marsó. Que especialmente en la sentencia se deje a salvo el buen hombre y honor de estas dos personas. Voy a ratificar las reservas del caso federal. Y voy a pedir que se haga justicia”.
El alegato acusatorio en torno al parador de Mar del Plata -incluido en la megacausa del Sueño Entrerriano- estuvo a cargo del fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull.
Esa operación, aseveró el representante del Ministerio Público Fiscal, tuvo un hilo conductor que la une a la contratación de la productora Nelly Entertainment SA por $28 millones para promocionar la Cumbre Mercosur, que se realizó en 2014 en Paraná, y la publicación de una solicitada contra los fondos buitre: todo tiene que ver con todos, el “Sueño Entrerriano”, alegó Ramírez Montrull, la aspiración de Urribarri por convertirse en precandidato a Presidente de la Nación en 2015.
“Hay un denominador común, la desviación de poder, la parcialidad de los funcionarios públicos hacia intereses particulares, que confluyen en quien se desempeñaba como gobernador, y que tenía como objetivo la instalación y el posicionamiento de su imagen a nivel nacional”, señaló. “Dentro de las actividades para este posicionamiento, también tiene acciones de promoción turística, se instalaron casas de Entre Ríos en Mar del Plata, Mendoza, Rosario, Córdoba, todo en el mismo momento. Estas instalaciones duraron muy poco tiempo. Se dejaron alquileres sin pagar y problemas con las locaciones de estas casas en distintas provincias. Todo como parte del mismo plan”.
La instalación del parador de Mar del Plata costó $14 millones, unos 1,7 millones de dólares, calculó el fiscal.
Megajuicio: el parador, El Juego en que Andamos y las coimas
En el trámite de contratación de “El Juego en que Andamos”, la firma elegida para montar ese parador que costó $14 millones, se observaron “las mismas irregularidades que con la contratación de Nelly Entertainment, y este es un modus operandi de una organización delictiva”, señaló Ramírez Montrull. La contratación y la selección del adjudicatario se dio de forma “clandestina” y luego se dio inicio a un expediente administrativo en el Estado para darle “apariencia de legalidad”.
Para probar el delito de “negociaciones incompatibles con la función pública”, el fiscal aportó un dato: la adjudicación de la instalación y armado del parador de Mar del Plata a la firma “El juego en que andamos” ocurrió el 29 de diciembre de 2014, y el 3 de diciembre de 2015 se inauguró. “Ese dato es suficiente para probar las negociaciones incompatibles”, señaló.
En ese tiempo record, “El Juego en que Andamos”, la empresa de Gerardo “Foia” Caruso, una firma con un patrimonio de $60 mil y un promedio de ingresos mensuales de $47 mil, consigue, a 6 meses de haberse constituido como productora, la instalación del parador de Mar del Plata por un monto de 1,7 millones de dólares.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora