José Francisco Dumoulin se fue.

Hace un año exactamente presentó su renuncia a la parroquia de Villaguay, adonde estaba destinado. Entonces, lo planteó como unas «vacaciones» forzadas por las circunstancias; ahora, decidió que su partida es definitiva.
Ya no es más cura. El hábito y los hábitos de cura quedaron atrás, muy atrás.
José Francisco Dumoulin acaba de presentar el pedido de dispensa y de pérdida del estado clerical ante el arzobispo Juan Alberto Puiggari, un papeleo de rutina, un asunto burocrático que cierra una etapa en su vida. Todo eso ocurre justo un año después de su ida, primero transitoria y, ahora se sabe, definitiva de la vida del clero paranaense.
Ha sido –es todavía—uno de los pilares centrales en el impulso de la investigación de los casos de pedofilia dentro de la Iglesia de Paraná. Junto a Leonardo Tovar, que ya no forma parte del clero paranaense –ahora está en Buenos Aires, y depende del cardenal Mario Poli—formaron un tándem que supo poner patas arriba un mundo habitualmente cerrado y mañoso: el de los curas. Tovar, expansivo y sin filtros, ha llegado a tratar públicamente a Puiggari de mentiroso por no haber dicho todo lo que sabe de los casos de abuso en la Iglesia de Paraná.
Dumoulin también. A su modo.
Cuando se fue, exactamente un año atrás, de la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Villaguay, escribió una carta.
Y esa carta la puso en manos de Puiggari.
Fue una despedida y una declaración de principios: el texto llegó a la curia, y llegó a todos.
Hizo pública la carta de renuncia «para que no se enteren por otros, y para que no se empiecen a decir cosas que no son. Me voy en paz de haber hecho hasta donde pude. Pero hasta acá llegué. Tuve que tomar una decisión por el bien de uno y de la comunidad. No quiero que haya divisiones, no quiero que tomen posturas a favor mío o contra mí. No quise afectar a mi comunidad».
Dumoulin también se puso en la vereda de enfrente de Puiggari por los casos de abuso, y por la errática política eclesiástica: en reuniones privadas, la ha reprochado al obispo el hecho de que haya más casos que se ocultan de los que se conocen.
Esto escribió un año atrás, antes de pedir la dispensa, y cortar todo lazo con el clero:

«Villaguay, 10 de diciembre de 2015

Arzobispado de Paraná

Mons. Juan A. Puiggari

Mons. Me dirijo a vos, por medio de la presente, para informarte mi decisión de dejar la Parroquia Santa Rosa de Lima, en la Ciudad de Villaguay, en la que me desempeño como párroco a partir del 1º de febrero de 2016.

El motivo de mi renuncia, a esta misión pastoral, que me fuera encomendada, es debido a los inconvenientes que hemos venido acarreando en estos últimos meses, y que en muchas oportunidades te he manifestado mi total desacuerdo en el modo y actitudes que has tomado con respecto a los casos que son de público conocimiento, y en otros, en los que no has actuado, a mi modo de entender, cómo se debería y no quiero ser yo quien ocasione división en la comunidad parroquial. Por esto prefiero dar un paso al costado para no interferir en la espiritualidad y la pastoral de la Parroquia.

También y como segundo término, pedirte licencia por un año, para no ejercer el ministerio, quiero tomar distancia, no he perdido la fe, pero debido a tus actitudes y la del clero paranaense, me parece oportuno este periodo para salir del medio de esta situación que para mí es muy desagradable.

Por otro lado, te sigo insistiendo en la necesidad de madurar como presbiterio para poder ser auténticos y aclarar muchas situaciones que siguen siendo turbias, con respecto a comportamientos totalmente inapropiados de muchos sacerdotes con doble vida, que tienen, mujer, hijos, el problema de la homosexualidad y pedofilia, el uso del poder y del dinero, como así también el problema referente al tema vinculado al fundamentalismo Católico, que sigue estando presente con su modo particular, reductivo y hasta belicoso de entender el seguimiento de Jesús, del cual has sido parte y es una herida no cerrada en nuestra diócesis.

He querido nuevamente expresarte por medio de estas palabras, como lo hice en otras oportunidades, para que quede claro el por qué de mi solicitud.

Aclaro, además, para no faltar a la verdad, que esta misma carta la haré pública, porque quiero ser yo quien aclare la situación y mi pedido y no haya comentarios, ni conclusiones que no son las que expreso en esta nota.

Sin más me despido y te saludo esperando tu pronta respuesta».

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.