La Biblioteca Provincial se encuentra a pocos pasos de la Hemeroteca Provincial y de la Biblioteca de la Legislatura, emplazada en Alameda de la Federación 278, entre Córdoba y Santa Fe.
Muy cerca de allí, a unos cien metros, está el Museo de Ciencias Naturales Antonio Serrano y, a la misma distancia, pero sobre Buenos Aires, el de Bellas Artes Pedro Martínez.
El paseo se completa, digamos, en pocos pasos más: en la esquina de Buenos Aires y Laprida se distingue el Museo Histórico Martiniano Leguizamón, a 50 metros la Biblioteca Popular y antes de llegar a la esquina, el Blas Pérez Colman, Museo de la ciudad. En la casona de Urquiza y Santa Fe, en tanto, espera el Museo de Artesanías, el último o el primero en ser visitado cuando el Gobierno organiza la Noche de los Museos. Hablamos de museos y bibliotecas.
Paraná no cuenta con el planteo de un circuito cultural. No fue planificado. Pero las propuestas más importantes que tiene para ofrecer la ciudad, en función de su historia y su identidad, se fueron enlazando. Casi todos esos organismos, junto a su componente material y espiritual, estuvieron, antes, en otras partes.
Ahora están ahí, se completan. Podría ser mejor: falta, sobre todo, un museo de arte contemporáneo y falta que el auditorio de la Biblioteca Popular se ponga en condiciones de sumarse como anfitrión de la fuerte oferta artística que genera la ciudad y se desparrama en bares, pubs o alternativas más pequeñas y deslucidas. Falta espacio para música, teatro y exposiciones.
Pero en vez de encarar de frente la cuestión vital de fortalecer la infraestructura dedicada a cultura y educación, la noticia es que un legislador de Colón propone reflotar un proyecto de mudar la Legislatura al edificio de la Biblioteca Provincial.
Pablo Canali se llama el diputado que desempolva una idea de principios de la gestión de Sergio Urribarri, con el argumento de ordenar el funcionamiento de la administración y ahorrar gastos de alquiler para el Estado.
Hace pocos días, Entre Ríos Ahora publicó que buena parte de la histórica biblioteca de Juan L. Ortiz se encuentra, desde finales del año pasado, constituida como fondo en la Biblioteca Provincial. Se puede visitar, consultar y leer, como también se puede hacer con el legado de Beatriz Bosch, de Marcelino Román, de Antonio Serrano y de tantos otros. Hay 70 mil libros. Buena parte de la identidad literaria e histórica de esta provincia está alojada ahí, en una casona de buenas dimensiones y con posibilidades de amplificar y mejorar para constituirse en un espacio de referencia provincial.
Pero el legislador quiere llevar, justo ahí, a la Legislatura.
Hace tres semanas se conoció, por fotos publicadas aquí, la situación que atraviesa la Biblioteca Popular, donde hace ocho años no se puede utilizar el auditorio. Pero a los legisladores no se les ocurre interesarse en el tema, aunque el edificio en decadencia sea monumento histórico nacional desde 2006. Se preocupan, en cambio, en buscar un lugar más adecuado para la legislatura.
El lugar de la cultura en Paraná. El valor que se asigna a la cultura y a la educación sigue plasmado en la metáfora de Petra: el diente libre que ocupa lo que fue la sala de cine más importante de la ciudad.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora