Este viernes, en Vaporeso Libros -Nogoyá 310-, a las 21, Pariente Editora va a presentar sus cuatro nuevas publicaciones. Se trata de trabajos que comprometen a artistas visuales y poetas, que ya tienen un recorrido en diferentes lenguajes y soportes, pero se dan ahora la ocasión de sumar un libro como modo de comunicar el universo de la creación propia.

En ese metiere justamente, está Pariente Editora. Se trata de facilitar y ofrecer las herramientas para que la coartada funcione y el hecho creativo trascienda la idea y quede reflejada en el papel. Para que se lean y se vean otras voces y otros modos de mirar. De esta ciudad y de ciudades que comprende la vasta región en que se cruzan los artistas de por aquí.

En este caso, los libros son de Victoria Ruiz Díaz (Una línea infinita), artista visual nacida en Ramírez; Raquel Minetti (Siesta), docente y artista plástica de Santa Fe; Fernando Márquez (Montmo), poeta de Rosario que reside en Concordia y  Laura Benech (Reversible), artista visual de Buenos Aires de larga estadía en Santa Fe.

Este viernes, en Vaporeso, habrá lectura y proyecciones.

MIRÁ ACÁ.

Lucas Mercado y Julia Acosta crearon e impulsan Pariente Editora. Los dos son artistas visuales de Paraná. Los dos son docentes y participan en proyectos colectivos. Abren espacios, puertas, ventanas y generan ocasiones para hacer. Tiran la primera piedra o más bien la ubican para empezar a construir.  En 2013, justamente, arrancaron con el sello editorial.

“Venimos del las artes visuales, de trabajar en gestión independiente, organizando muestras y todo eso, pero veíamos que no había material de artistas plásticos impreso. Hay catálogos, textos, reseñas. Eso sí, pero se limitaba a la invitación al evento, la gacetilla y hasta ahí nomas”, analiza Lucas Mercado, en diálogo con Entre Ríos Ahora.

“Viendo que había una falta, empezamos a hacer fanzines de artistas plásticos, ilustradores, historietistas, hace dos años empezamos”, narra el editor.

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Pariente ha producido fanzines y ha enseñado a producir fanzines. Se trata de un hecho artístico en sí, que se extiende a la posibilidad, posterior, de encontrar cómplices y lectores.

“Los fanzines los hacíamos nosotros, pero tenía una llegada limitada, los vendíamos en ferias mano a mano. Entonces decidimos probar en formato libro, que es otras cosa, que implica otros costos, pero tenés una distribución mayor. Tratamos, además, que sea una posibilidad económica, que los libros se vendan y el autor se lleve un porcentaje”, explica Mercado.

Las primeras tres publicaciones de Pariente fueron no de artistas visuales sino de poetas y poesía: Parterre, de Joaquín Díaz; En directo desde las estrellas, de Luciano Mete y El Caudal, de Lucas Mercado. Unos 300 ejemplares se imprimen por título, que se venden en ferias, que van a algunas librerías y llegan a Santa Fe, Córdoba, La Plata y Buenos Aires.

Pariente, explica Lucas Mercado, no le cobra a los escritores por los gastos de impresión y la idea es que exista, en cada edición, un rédito para el artista.

“Muchos autores tienen que autofinanciarse o pagarle a una editorial, que no necesariamente te mueve los libros”, analiza el editor y dice que para el sello es primordial conseguir dos cosas: que el libro tenga oportunidades y el autor algún retorno económico.

La elección de los trabajos a publicar, dice Mercado, es una mixtura entre “los que se acercan porque conocen lo que hacemos” y “los que nosotros buscamos porque nos parece interesante lo que hacen”. En ese sentido, un aspecto que destaca es que cuando Mercado dice “nos interesa lo que hace”, no refiere a un asunto hecho y terminado. En general se trata de artistas que llevan algo en proceso y ellos –Mercado y Acosta- les proponen un viaje al formato libro. Así fue por ejemplo, con las fotos de la reconocida docente santafesina Raquel Minetti: ella tenía fotos, fotos que a Pariente le parecían un camino. La propuesta fue producir textos en esa relación y ahí está Siesta para ver el resultado. Con Reversible, de Laura Benech, sucedió algo por el estilo, pero con imágenes web. El libro aquí, no es un fin en sí mismo, sino parte de un proceso creativo. Un resultado valioso.

La estética de cada ejemplar de Pariente tiene la impronta y la dedicación de artistas visuales que hacen libros, aún cuando en cada ocasión convocan a diseñadores para sumar herramientas, miradas, otros enfoques.

Pero ahí está, la pequeña y creciente producción de un sello de por aquí, que se suma otros como Gigantes, Abrazo, La Hendija –en proporciones de producción mayores- y generan que Paraná se comience a distinguir en la zona como una ciudad donde editorialmente suceden cosas interesantes. Cosas para ver, atender y libros para leer.