La abogada María Inés Franck inicia este viernes una serie de encuentros bajo la consigna: «Educación Sexual Integral (ESI): qué es y cómo enseñarla». Se trata de una profesional que, aún cuando no es de la Provincia, sí tiene un vínculo muy estrecho con la Iglesia de Paraná. Franck es además licenciada en Ciencia Política y participó en 2020 en el debate en el Senado antes de la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) para manifestar su oposición a la iniciativa.
Más de un año después de que el papa Francisco publicara la carta apostólica «Vos estis lux mundi” -Ustedes son la luz del mundo-, en la que alertó que los delitos de abuso sexual del clero «causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas», y en la que ordenó a la cúpula de la Iglesia a establecer en las distintas diócesis organismos receptores de denuncias, el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, designó, en 2020, para esa tareas a la abogada María Inés Frank.
En la carta apostólica de Jorge Bergoglio se señala que las denuncias por abuso «tienen que estar protegidas y ser tratadas de modo que se garantice su seguridad, integridad y confidencialidad», y ordenó que quien la reciba debe trasladarla de inmediato al obispo del lugar donde ocurrieron los hechos. «Las autoridades eclesiásticas se han de comprometer con quienes afirman haber sido afectados, junto con sus familias, para que sean tratados con dignidad y respeto», dice el texto apostólico.

María Inés Franck.
El 1° de junio de 2020, Puiggari designó a Frank, quien desde 2017 es coordinadora de la Comisión Arquidiocesana para la Protección de los Menores, como responsable para la recepción de los informes a los que se refiere el Motu Proprio Vos estis lux mundi, del 7 de mayo de 2019. El decreto de designación establece que el nombramiento rige por un período de tres años.
Ahora, la abogada se encargará de formar capacitadores en educación sexual integral, área en la que la Iglesia tiene su propio documento orientador.
En el Plan de Educación Sexual Integral que rige en el Arzobispado de Paraná, que se apoya en la Ley Nacional de Educación Sexual Integral N° 26.150, tiene su propio ideario. «La sexualidad tiene su base en lo orgánico biológico, pero pertenece y atraviesa a todo hombre. El ser sexuado forma parte de la naturaleza humana y se constituye en un rasgo básico de nuestra identidad personal», dice, y agrega: «Los diversos comportamientos de varones y mujeres van configurando la conciencia de la diferenciación sexual, que se podrá ir clarificando (o no) a través de conversaciones y enseñanzas sistemáticas y asistemáticas, que le permitirán aumentar su progresiva capacidad de tomar decisiones y orientar su amor en
el futuro y su actuar cotidiano».
El documento no abreva en la Ley de Género, ya que plantea: «Por todo lo expresado, entendemos la sexualidad como una realidad existencial de la persona humana, que se sustenta en la estructura biológica del hombre (varón o mujer) y se manifiesta en su medio cultural hasta ser capaz de alcanzar una dimensión social y trascendente desde una constitutiva apertura a la vida. Es un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse, de sentir, de vivir el amor humano. En la sexualidad radican las notas características que constituyen a las personas como varones y mujeres en el plano biológico, psicológico y espiritual”.
«Una educación sexual integral implica concebir a la persona en su totalidad, y procurar el desarrollo de todas las dimensiones de la persona sexuada, por lo que los contenidos y acciones pedagógicas deben trascender los aspectos meramente técnicos y sanitarios, integrándolos y subordinándolos a los aspectos antropológicos más profundos, como son el papel de la sexualidad en la madurez e integración personal del yo, la apertura al encuentro interpersonal, la construcción del nosotros, e incluso, a la proyección hacia el mundo de la trascendencia y la religiosidad», plantea la Iglesia.
Plan Educación Sexual Arzob… by Entre Ríos Ahora
De la Redacción de Entre Ríos Ahora