La Navidad, para ellos, será un lugar desangelado, quizá un pino de plástico, algunas luces de colores, el cotillón corriente que mirarán de lejos, a lo mejor un pesebre.
Estarán, de igual modo, juntos: C y C.
C y C son hermanos.
Son dos nenes acostumbrados demasiado pronto a vivir en la intemperie.
No han dejado la infancia y por delante los espera una adolescencia incierta: sin afectos cercanos.
Los últimos tres años fueron a dar a un hogar de utilería.
La casa, una gran casa, ubicada en un barrio privado que balconea al río, parece de revista de decoración: ahí vivieron.
Pero un día la rutina cambió: dejaron esa gran casa de revista de decoración, y fueron nómades.
Dos días en un hogar; quince días en otro; ahora, en un hogar de menores. Como antes.
C y C, los hermanos, estaban en guarda preadoptiva con el matrimonio conformado por los abogados Martín Navarro y Viviana Almada, pero fueron retirados de la casa adonde estaban ante la presunción de que eran víctimas de violencia.
El período de vinculación con esos abogados había empezado el 1º de octubre de 2013, y la guarda preadoptiva, se inició el 11 de diciembre de 2014. En el medio, los informes de los profesionales que aconsejaban no mantener esa relación, pero una jueza, María Eleonora Murga, titular del Juzgado de Familia, que opinó que sí.
Los nenes fueron a dar a un hogar descuajeringado, ahora se sabe, y donde se presume que había violencia.
La Justicia ordenó cortar esa relación. Fueron adonde una mujer que aceptó cuidarlos un fin de semana; luego, con una familia guardadora. Pero nada se pudo.
No pudieron adaptarse a la familia que los había acogido, y fueron derivados a un hogar de menores de Concordia.
La decisión fue adoptada por el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), y transmitida a la jueza de Familia de Paraná, María Victoria Solari, que controla la aplicación de una medida excepcional por 60 días que separó a los dos nenes, de 10 y 12 años (y no de 7 y 11, como inicialmente se conoció), del matrimonio de abogados.
El caso de los nenes se disparó el vienes 2, cuando el varón –de 12 años—fue encontrado, solo, adentro de una camioneta Toyota estacionada por el abogado Navaro en calle Alem, frente al área de Ambiente Sustentable de la Municipalidad.
Cuando el tema se hizo público, Navarro ensayó una explicación: bajó de la camioneta con su hija, de 10, y se dirigió a cumplir tareas en la Defensoría del Pueblo –donde era asesor, hasta que fue suspendido, el lunes 5–, y le pidió al nene, que quiso quedar durmiendo adentro del auto, que cuando despertara, bajara y se dirigiera a la Defensoría.
El nene estuvo, según los empleados municipales, no menos de 4 horas solo: entre las 7 y las 11. Mientras, Navarro cumplió sus obligaciones laborales. Cuando regresó, cerca de mediodía, se encontró con la Policía y personal del Copnaf asistiendo al chico. La averiguación de los técnicos del Copnaf determinó que el menor no sólo había sido abandonado sino que se estaba ante la presunción de un caso de maltrato, por los golpes que exhibía en su cuerpo.
Dieron intervención a la Justicia: la secretaria de la Defensoría General, Lorena Calí, presentó una denuncia penal, y el caso ahora lo tramita la fiscal Natalia Tafarel, que dispuso la prohibición al matrimonio Navarro/Almada de acercarse a los chicos por un plazo de 90 días. La carátula es por “lesiones leves”, y ese incidente podría hacer naufragar el trámite de adopción de los chicos que todavía no ha sido resuelto por el Juzgado de Familia de Diamante.
No bien los chicos fueron separados del hogar que habitaban, fueron al cuidado de una mujer, que les dio acogida durante un fin de semana. A partir del lunes 5, los recibió una familia que los conocía, pero la convivencia no prosperó, y fue entonces que el Copnaf decidió llevarlos a una residencia socioeducativa. Y como en Paraná no encontraron cupo disponible, resolvieron derivarlos a Concordia, a un lugar adonde pudieran estar los dos, sin separarlos.
Allá están ahora. Allá pasarán Navidad si es que en medio no ocurre una situación excepcional: por 60 días están separados de la pareja que los tenía en guarda preadoptiva.
El nene egresó de sexto grado de una escuela pública, y dicen desde el Copnaf, pudo participar del acto de colación; la nena asistía a un colegio privado. La diferente escolaridad de los hermanos, teorizan en el Copnaf, era parte de la compleja relación que los Navarro/Almada mantenían con los dos chicos, que habían recibido en guarda preadoptiva en 2014.
Los dos hermanos están, desde el martes, instalados en una residencia ubicada en Concordia, asistidos por profesionales del Copnaf. “Acá no hubo ningún problema con la familia que los había acogido. Sólo que se pensó que lo más conveniente era alojarlos en una residencia para los chicos. Además, no encontramos otro referente familiar o amigos de la pareja para que se hicieran cargo”, dijo Ariel Villanueva, director de Restitución de Derechos del Copnaf.
“La situación es compleja”, evaluó Villanueva, y lo dijo por el tipo de convivencia que tenían con la familia en guarda preadoptiva. “Hay que tener en cuenta que en todo momento los chicos supieron adonde iban, se charló con ellos, no es que viajaron engañados a Concordia. Todo fue dialogado, y se lo hizo acompañados por profesionales que ya vienen trabajando con ellos”, indicó.
En diez días será Navidad, y los hermanitos C y C mirarán todo eso que ocurre en el mundo en las Navidades desde otro lado: sin papá noel, sin regalos, sin afectos, lejos, lejísimo de todo, de todos.
Ricardo Leguizamón
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.