Una obra de títeres que recorre las escuelas de la provincia y que cuenta, desde lo lúdico, el efecto que produce el uso de pesticidas en cercanías de comunidades educativas, mereció la atención de, por lo menos, dos entidades que han pedido públicamente su cancelación. Se trata de una iniciativa que auspicia la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), que tiene fuerte presencia en la lucha contra la fumigación en las escuelas a través de su programa «Paren de fumigar las escuelas».

Primero fue Padres Organizados de Entre Ríos que, a través de un sitio digital de noticias, habló de «adoctrinamiento». Paula Insani, referente de la entidad, dijo: “Entendemos que adultos con una relación de poder que bajan línea de una manera tan fuerte es abusivo y es adoctrinamiento. La escuela no puede perder la confianza en el rol emancipador de la educación. No podemos adoctrinar. Necesitamos pensamiento crítico y, fundamentalmente, una escuela que nos enseñe a vivir en democracia. Esto quiere decir el respeto a las normas y a las instituciones. Creemos que es gravísimo. Se lo planteamos al Consejo General de Educación y esperamos que haya una intervención respecto al tema porque necesitamos empezar a transformar la escuela para generar ciudadanos”, completó Insani.

También el Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos (Copaer) planteó “una inquietud» de profesionales de la zona de Basavilbaso y Maciá sobre una obra de títeres en la cual se representa una situación de dos alumnos y un docente, en el marco de una pulverización en cercanías de una escuela rural con un contenido bastante distorsionado de lo que es la realidad”. Carina Gallegos, presidenta del Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos, aseveró: “Tenemos una normativa que está regulando cómo deben realizarse las pulverizaciones en escuelas rurales, por lo cual este tipo de contenidos impuestos en ámbitos académicos a chicos de corta edad nos parece sumamente reprochable, especialmente porque se distorsiona la realidad y se desinforma a un nivel de edad en la cual las personas son muy permeables a lo que reciben. Y sinceramente nos preocupa sobremanera que esta obra se esté montando en un ámbito institucional como lo es una escuela”, según recogió El Día, de Gualeguaychú.

La obra que genera tanto resquemor es «Merceditas y el maestro, la historia de la escuela fumigada», del titiritero de Gualeguaychú Hugo Perozzo. El propio titiritero escribió una columna de opinión sobre esa polémica, y sobre el pedido de cancelación en su contra, que Entre Ríos Ahora reproduce.

 

 

Por Hugo Perozzo (*)

“Merceditas y el maestro” es una obra que intenta ser  un granito de arena más contra la problemática de los agrotóxicos y las escuelas fumigadas e intenta ser un disparador para que podamos hablar  de salud, de modelos económicos, de luchas ambientales de soberanía alimentaria, en definitiva de derechos humanos.

Como educador y artista creo profundamente en el teatro de títeres  como una herramienta de transformación social porque esa ha sido su riqueza desde tiempos inmemoriales.  En ese sentido esta obra  es una comedia, una ficción que cuenta una tragedia.

Los personajes no han sido elegidos al azar sino que hay todo un trabajo de investigación que luego se traduce en metáforas, movimientos, acciones y palabras, los códigos  del lenguaje de este género teatral.

Como todo hecho artístico, muchas veces no trae respuestas sino preguntas y entre ellas: ¿por qué la historia transcurre en una escuelita rural? Su maestro y la particularidad de sus alumnxs, una abeja y un murciélago, y a su vez también la del villano Sr Campito y el pillo mosquito Fumigador.

 

Hugo Perozzo.

La obra va más allá de una puesta en escena bien lograda sino que intenta crear nuevos sentidos, y una invitación a conocer las heroínas en la vida real,  Ana Zabaloy su lucha y su legado, Estela Lemes y Mariela Leiva maestras rurales fumigadas de mi provincia, son un ejemplo de lucha y resistencia y como ellas muchas agrupaciones civiles, redes sociales, sindicatos  y proyectos políticos  que la pelean como pueden y desde donde pueden.

Cada día es necesario gritar que nuestros ríos y arroyos son vida, generan vida… tienen vida y que no se los puede seguir matando, que los árboles son nuestras raíces, historia y memoria.

Los agrotóxicos están en el aire que respiramos, en el agua que bebemos, en los alimentos que comemos. ¿Cómo no van a estar en nuestros cuerpos?

Por eso decimos que otro modelo de producción es posible.

Que queremos infancias libres de agrotóxicos, sembremos futuro… ¡No más escuelas fumigadas!

Creo en el arte político por eso mis obras reflejan hechos políticos -“El  Arbolito”, basada en “la planta de Bartolo”, un cuento prohibido por la dictadura militar y que habla del derecho a la educación; “La Deuda”, para nivel medio, habla precisamente de la deuda externa y la historia transcurre en una biblioteca popular como metáfora de un país y la importancia de los libros y el conocimiento como forma de empoderarnos.

Estas obras son parte de una propuesta artística/ pedagógica que comprende también la formación docente, que desde el año 2012 vengo sosteniendo junto a Agmer y su Escuela de Formación Pedagógica y Sindical (EFPyS) abordando temáticas fundamentales como los DD.HH.

Hoy es un momento crucial de nuestro país que involucra  a todos los niveles educativos y artísticos. La derecha y sus prácticas “cancelatorias” han avanzado de manera atroz y es la educación  y el arte el ámbito ideal para dar esta batalla cultural. El fenómeno de la “cancelación” es “censura” y no es nuevo, pero es inadmisible que se de en el siglo XXI y más inadmisible aún que se haga en nombre de minorías que pueden sentirse afectadas. Por eso es de vital importancia seguir construyendo espacios, generando nuevos sentidos, pensando y actuando, diciendo y haciendo,  desde mi lugar sigo caminando con mis títeres y ellos caminan conmigo en esa sensación de vida compartida que imagino no puede ser de otra manera porque esa ha sido la ética de todo titiritero y ellos los títeres pertenecen y viven en la memoria colectiva de los pueblos.

La historia de una escuela fumigada, contada por los títeres

 

(*) Hugo Perozzo es titiritero de Gualeguaychú, y autor de la obra «Merceditas y el Maestro».

 

Fotos: Gentileza La Lucha en la Calle