El paranaense tiene una relación ambivalente con la ciudad. Los cambios estéticos y las reformas urbanísticas no siempre son bien recibidas. En ocasiones, lo nuevo se daña. Se pintan, se dibujan, se rompen, se roban, se ocupan para otros usos, dinstintos que el original. Pasa con la gráfica que acompaña las garitas de colectivos, que cuenta con información de recorridos, útil para el usuario. Cuando no son tapadas por avisos variopinto, son reescritos con grafitis que traen diversos mensajes. La información de base pronto desaparece y entonces se impone las adivinanzas: qué recorrido tiene cuál línea de colectivos.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora