El nene tiene 11 años y está internado en el Hospital de Santa Elena.
Está internado en el Hospital de Santa Elena con un cuadro imposible: intoxicación con porro, cigarritos de marihuana que hicieron estragos en esa vida breve.
El nene vive en la calle de Santa Elena la mayor parte del día, la mayor parte del tiempo: su vida trasncurre afuera, muy afuera de las habitaciones de su casa.
Personal del área Niñez de la Municipalidad de Santa Elena lo encontró en la calle, con un cuadro feroz: intoxicación con porro.
Lo internaron.
El nene, 11 años, tiene retraso madurativo, y vive, como se dijo, a la intemperie.
Estando ahí, en el Hospital de Santa Elena, el nene, que se recupera del cuadro de intoxicación, contó que había sido abusado.
Un nene desprotegido, en la calle, que consume, y también abusado.
El cuadro peor.
Dijo que había sido abusado por alguien cercano a su familia.
Entonces, ocurrió la denuncia en la Justicia, por ese abuso, y la intervención del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), por la situación de calle.
El nene, entonces, dejará la calle, y también dejará su familia, o esa vida familiar sui generis que tenía.
E irá a un hogar del Copnaf.
«La denuncia la realiza el área de Niñez de la Municipalidad de Santa Elena, y partir de ahí nosotros intervenimos», dice Ariel Villanueva, director de Restitución de Derechos del Copnaf.
«El jueves nos pidieron que adoptemos una medida de protección del nene, que está en situación de calle, pero que tiene su familia. El nene padece retraso madurativo. En el hospital, dijo que había sido abusado. Ahora, eso está en la Justicia. La investigación judicial determinará si existió ese delito, y quién es responsable. A nosotros nos toca adoptar una medida de proteccion, así que una vez que le den el alta en el hospital, será derivado a una residencia socioeducativa», contó.
El nene viene de una historia de estragos: problemas psiquiátricos, falta de cuidado, consumo de sustancias.
Ahora irá a un hogar del Copnaf.
Y la historia de este chico no tiene –no tendrá– un final feliz: tendrá un final abierto.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.
