Siempre fue un problema ajeno. Un problema en el Delta, que afectaba a los rosarinos. Pero este jueves los paranaenses empezaron a respirar el problema que otros padecen a diario: el humo que envolvió Paraná producto de los incendios en los humedales, empujado por el fuerte viento que rige este día. Litaralmente, la ciudad bajo una espesa capa de humo. «Paraná no puede respirar. No nos quedemos callados. Repudiemos, denunciemos y digamos basta a quienes están dañando nuestra salud y nuestro ambiente», planteó el intendente Adán Bahl.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora