La calle arranca en el Acceso Norte, y avanza, en dirección al río. La calle está pavimentada, y no conduce a ningún lado, en apariencia. La calle recorre 4 kilómetros, y después tuerce su rumbo. Se sumerje en el verde, y llega hasta una lomada. Ahí, termina. Y donde termina se levantan grandes esqueletos de acero. Pero a mitad de camino, la calle pavimentada atraviesa campos sembrados, y cerca de la calle, en terreno público, alguien ha puesto un alambrado. Ese alguien avanzó sobre terreno público y puso su alambrado. Nadie parece imponer la ley aquí, así que cada quien hace a su modo.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.