Juan Diego Escobar Gaviria se convertirá este miércoles en el primer sacerdote del clero entrerriano que es llevado a un tribunal para que dicte sentencia en una causa penal que investigo corrupción y abuso sexual a menores.
Este miércoles, a las 8,30, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay –que integran María Angélica Pivas, Darío Crespo y Javier Cadenas– dará a conocer el veredicto, tras las audiencias testimoniales que tuvieron lugar entre el 22 y el 24 de agosto, y los alegatos, el lunes 28.
Los fiscales Federico Uriburu y Dardo Tórtul dieron por probados tres casos de corrupción y uno de abuso sexual simple, todos agravados por la condición de sacerdote de Escobar Gaviria, y pidieron la máxima pena: 25 años de prisión de cumplimiento efectivo. El cura ya está en prisión preventiva, desde el 21 de abril, alojado en la Unidad Penal de Victoria. Fue a pedido del querellante, Mariano Navarro, para evitar que entorpeciera la investigación y presionara a víctimas y testigos.
Silvia Muñoz, mamá de R, el primer caso que llegó a la Justicia, y que abrió la investigación penal contra el cura Escobar Gaviria, dice que está ansiosa al aguardo de la decisión del tribunal de Gualeguay. «Quiero confiar en la Justicia, quiero que se haga lo correcto. Estoy demasiado ansiosa. Pero no me quedan dudas de que se hará justicia», dice, confiada. «Creo que quedó más que demostrado que nunca se mintió respecto a lo que vivieron los chicos», agrega.
Nancy Ruiz Díaz, mamá de Alexis Endrizzi, el testigo de cargo cuyo testimonio resultó más demoledor en la audiencia, admite nervios de cara a la audiencia de este miércoles, pero enseguida dice: «Esperamos que le den una condena. Quiero creer en la Justicia, ya demasiado confianza nos han quitado como para que no lo condenen».
Alexis Endrizzi, su hijo, no puede ocultar los nervios. Tampoco la confianza. «Mirá, estoy bien, bien nervioso, pero por supuesto es por la situación.. Pero del tribunal espero que haga justicia. Estoy muy confiado como siempre que vamos con la verdad», cuenta.
Escobar Gaviria es el primer cura acusado por abusos que se sienta en el banquillo, y recibe condena por una investigación penal por abusos a menores. El 13 de noviembre próximo será el turno de Justo José Ilarraz, que carga con siete denuncias; y luego, Marcelino Moya, cuya causa está en Casación con un recurso por prescripción, que tiene dos denuncias, una por corrupción y otra por abuso sexual simple.
De momento, la Iglesia Católica de Paraná ha escogido el silencio, aún cuando uno de los suyos se enfrenta a la seria posibilidad de terminar sus días en la cárcel.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.