Por Rubén Pagliotto (*)

 

Después del pedido de apertura de jury al Procurador Jorge García y a la Procuradora Adjunta Cecilia Goyeneche nos tildaron de “funcionales a los imputados en causas de corrupción”.

Se trata de dos ámbitos bien distintos y diferenciados.

Alguien dijo por ahí que lo que hicieron Mulet y Pagliotto demuestra objetividad. ¿Por qué? Porque cuando debimos denunciar a la corrupción, no nos tembló jamás el pulso. Y cuando creímos que García y Goyeneche no actuaron como debían, pedimos formación de causa en el jury. Por algo está previsto este mecanismo. Hicimos todo siempre con ajuste a las normas.

Podemos dormir tranquilos, aunque somos conscientes que estas cosas nos suman enemigos.

Además, tal cual actuamos en las denuncias por casos de corrupción con Mulet  -salvo la que Guillermo le inició por calumnias e injurias a Urribarri- en esta haremos lo mismo: no meternos para nada.

Nosotros cumplimos como ciudadanos, abogados y por nuestra conciencia, con el deber de hacer conocer, ante quienes corresponde, conductas funcionales que, o constituyen delitos contra la Administración Pública o, como en el jury, graves desórdenes de conductas e incumplimientos funcionales.

No hay contra ninguno de los denunciados animadversión alguna.

A muchos de ellos, ni siquiera conocemos. Que sea la Justicia o el jury, según el caso, quien actúe como corresponda. Sea cual fuere la resolución que adopten, la acataremos. Aunque no nos satisfaga.

Por ende, no somos ni de andar promoviendo cuestiones procesales, como prisiones preventivas ni andar presionando para que nos den la razón. En nuestro caso, en cada circunstancia, arrimamos las pruebas a nuestro alcance.

No somos ni jueces ni fiscales. Simplemente, insisto, pedimos que se investiguen supuestos o probables hechos de corrupción y en otro caso, incumplimientos funcionales y graves desórdenes de conducta.

Cecilia Goyeneche en su momento me investigó en la causa de la quema de la puerta de Casa de Gobierno (hecho ocurrido en el estallido social de 2001, NdeR), por supuesto falso testimonio en épocas en que fui Fiscal de Investigaciones Administrativas. Pasaron los años, y el destino quiso que fuera Jurado Técnico del Consejo de la Magistratura en el Concurso en que Goyeneche aspiraba, junto con Rafael Cotorruelo y Walter Carballo, a ser Procuradora/or Adjuntos.

Tengo mucha más simpatía y relación con Rafael o con Walter. Y sin embargo, a pesar de que me respiró en la nuca en esa causa y mi mayor relación y afecto con sus dos competidores, no dudé en ponerle a Cecilia el mayor puntaje y votar para que sea ella la Procuradora Adjunta. Destaqué su honestidad y probidad, cuando salió sorteado un caso que tomé de la realidad, ignorando que ella había intervenido en algún momento como fiscal de causa.

Siempre digo que Jorge García es un abogado con enorme capacidad jurídica y una sólida formación. Está en una situación de enorme ventaja respecto al resto. Y pienso de Cecilia algo parecido. Es más: creo que Cecilia  tiene menos compromisos políticos con el poder que García.

No es el García que conocí y admiré. El tiempo lo cambió para mal, y mucho. Tengo el pleno convencimiento (estoy persuadido como diría el gran Raúl Alfonsín) que si no movíamos la zaranda con Guillermo Mulet, nunca hubiera pasado nada. ¡Nunca!

Fue definitivo, más allá de las causas contra el jardinero presidencial Ricardo Barreiro y la denuncia por las cosechadoras truchas, la Denuncia Madre por Enriquecimiento Ilícito contra Urribarri y demás integrantes de su entorno familiar.

A partir de allí se derivaron otras causas y comenzó a visibilizarse la mugre debajo de la alfombra, la que se fue acumulando con una pasmosa pasividad del Ministerio Público Fiscal.

Me dolió y lo pensamos y discutimos muchísimo con Guille Mulet si lo hacíamos o no, con origen en una causa escandalosa y vergonzante, e impúdica. Y ante la contundencia de las pruebas e indignados por la írrita impunidad que significaría dividir la causa en dos capítulos (un mamarracho desopilante) y frente a una actuación que jamás, nunca, me imaginé que llevaría adelante Cecilia, decidimos a “cara o cruz, llevar adelante esta denuncia ante el Jury.

Sabíamos que nos ganaríamos muchos odios, pero cuando querés ser consecuente, coherente, honesto e íntegro, debes optar y no se puede quedar bien con todos y ser duros con algunos y cerrar los ojos frente a hechos o actos irregulares de otros.

En serio que lo lamentamos de verdad. Ojalá hubiera actuado como a veces veo que lo está haciendo en la megacausa contra Urribarri. Ojalá. No entiendo por qué faltó tan burdamente a la verdad.

Así que así están las cosas. Hubiera esperado que cuando se exhibieron las constancias de su relación con el contador Opromolla, hubiese dicho: doy un paso al costado. Nadie tiene la bola mágica y no es un delito compartir, uno, diez, cien o mil inmuebles con otra persona. Lo que constituye un grave desorden de conducta es negarlo. Encima, lo hizo en una audiencia pública donde enfática y desafiantemente espetó: “Es falso SS”.

Y luego vino lo peor. No fue condómina, socia o como se le quiera llamar en uno  sino en dos inmuebles.

Es falso pensar que porque hayamos denunciado al Procurador y a la Procuradora Adjunta ante el jury seamos funcionales a Urribarri y sus asociados, bandidos sin ley.

 

Piden jury al Procurador y a la Procuradora Adjunta

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(*) Rubén Pagliotto es abogado penalista. Junto a Guillermo Mulet pidió formación de jury para el Procurador Jorge García y la Procuradora Adjunta Cecilia Goyenehe.