Sólo la cúpula de la Iglesia de Paraná sabe cuál es el paradero del cura Juan Diego Escobar Gaviria, investigado por la Justicia de Nogoyá por tres casos de abuso de menores, denunciados en la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González.
El 27 de octubre último, Escobar Gaviria fue suspendido por la Iglesia para oficiar misas en público –una medida de manual, que siempre se aplica en estos casos—y por orden del arzobispo Juan Alberto Puiggari se lo separó de su función de párroco de Lucas González.
Entonces, se disparó una huida hacia adelante del cura: nadie supo cuál fue su destino desde ese último fin de semana de octubre, hasta que el domingo 30 se registró en la casa de retiros Padre Lamy, de Oro Verde, y al día siguiente, lunes, les comunicó a los religiosos de la congregación Servidores de Jesús y de María que tenía una causa judicial por abuso, y que por esa razón había buscado alojamiento allí.
Mientras, la Unidad Fiscal de Nogoyá avanzaba con la investigación tras la denuncia que el jueves 27 de octubre habían presentado las religiosas del Colegio Castro Barros San José por el supuesto abuso de un nene de 11 años, exmonaguillo de San Lucas Evangelista. Los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina le pidieron al juez de Garantías, Gustavo Acosta, que librara una orden de captura del cura, al desconocerse su paradero.
Escobar Gaviria abandonó Lucas González en silencio y nadie supo entonces cuál había sido su destino.
Pero antes de que las fuerzas de seguridad dieran con él, el martes 1° de noviembre Escobar Gaviria se entregó en la Jefatura de Policía de Nogoyá, en compañía de sus abogados, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón. El jueves 3 de ese mes el juez Acosta le dictó una preventiva por 20 días, y lo mandó a la cárcel de Victoria, adonde permaneció hasta el jueves 10.
Ese día, el camarista Arturo Exequiel Dumón, del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú, hizo lugar al planteo de los defensores y ordenó la libertad de Escobar Gaviria, pero con una serie de condiciones que generaron una comedia de enredos.
Dumón resolvió una medida sustitutiva de la prisión preventiva, con condiciones. La primera, que debía fijar domicilio en Oro Verde, “al cuidado y vigilancia de la institución del arzobispo Juan Alberto Puiggari, quien deberá informar periódicamente” su paradero. Dumón le fijó domicilio en la Casa Padre Lamy, pero los religiosos de ese lugar no quisieron saber nada con Escobar Gaviria.
El 17 de noviembre, una audiencia en los Tribunales de Nogoyá estableció que Escobar Gaviria fije domicilio en un departamento particular de calle Los Cardenales al 200, en Oro Verde. Pero al poco tiempo se descubrió que esa dirección era ocupada por el hijo de la pareja de un exjuez Penal de Menores, Mario Gómez del Río.
Escobar Gaviria, otra vez, jugaba a las escondidas con la Justicia.
Una nueva audiencia, el jueves 1° de este mes, en los Tribunales de Nogoyá, dispuso que Escobar Gaviria abandone Oro Verde, y sea trasladado transitoriamente a Paraná, a la casa de la orden religiosa a la que pertenece, la Cruzada del Espíritu Santo, en Comandante Espora 500.
Ayer, los defensores Urrutia y Temón debían mantener una reunión con Puiggari para definir el nuevo paradero de Escobar Gaviria, e informar a la Justicia.
De momento, ni los fiscales Uriburu y Molina ni el juez Acosta saben dónde está.
Sólo Puiggari lo sabe.
Ricardo Leguizamón
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.