Concluyó este domingo en Paraná el primer encuentro de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, que cerró sus dos jornadas -empezó el sábado- con un enfático documento en el que denuncia la red de encubrimientos por parte de la Iglesia Católica.

En el documento final del encuentro, la Red denunció el «premeditado y macabro sistema de encubrimiento llevado a cabo por integrantes de la Iglesia Católica y su complejo y poderoso aparato, como así también denuncia el sistema de encubrimiento que incluye acciones disuasivas, negación de los hechos, defensa pública del/la agresora/a, atribución de méritos a los abusadores/as, descalificación pública de la víctima y su entorno, atribución de la denuncia a una campaña de ataque a la iglesia como institución, intento de negociar el silencio para garantizar la impunidad, traslado de sacerdotes y monjas abusadores por parte de obispos, denuncias ocultadas y no comunicadas a la autoridad civil y aplicación de normas jurídicas canónicas violatorias de derechos humanos y garantías procesales».

De ese modo, se reprochó el reciente «protocolo» de actuación en casos de pederastia dictado por el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puigari. La Red considera que se trata de un instrumento de «no respeto y o acatamiento del primer Protocolo Interinstitucional de Actuación en caso de abuso sexual infantil aprobado por el Decreto 2405/10 vigente en la provincia de Entre Ríos, que fue el primer protocolo creado y aprobado para estas situaciones en nuestro país. El mismo es complementario con la Ley Nacional 26.150 de Educación Sexual Integral».

La convocatoria, que se desarrolló en Paraná, reunió a sobrevivientes de los abusos de los curas Justo José Ilarraz, Juan Diego Escobar Gaviria y Marcelino Ricardo Moya, de Entre Ríos; Juan de Dios Gutiérrez, de Catamarca; a sacerdotes y religiosas del Instituto Próvolo, de Luján de Cuyo, Mendoza; Ricardo Giménez, de La Plata; y Abelardo Silva, de Buenos Aires. Y se pensó como un acompañamiento a las víctimas del cura Ilarraz, con siete denuncias por abuso y corrupción de menores, cuyo juicio oral comenzará el lunes 16.

La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico surgió en 2014, y nuclea a familiares y víctimas directas de abuso sexual y de abuso de poder en todas sus formas.»Estas víctimas han sido parte de instituciones católicas siendo alumnos, monaguillos, novicias, seminaristas, monjas, curas, grupos de scouts, de jóvenes, catequistas en situación de abuso sistemático en nombre de la fe tales como opresión, humillación, abuso sexual, reducción a la servidumbre, cosificación, supresión de la identidad, arrasamiento emocional, privación ilegítima de la libertad y tortura. Atrapados en ese contexto hablar de consentimiento constituye una aberración», señala el documento del encuentro de Paraná.

El encuentro de sobrevivientes destacó la marcha de los distintos procesos judiciales contra curas y monjas abusadores en distintos puntos del país. Esas actuaciones judiciales, remarcó, «llegan a ese momento crucial transitando distintos procesos emocionales con diferentes grados de vulnerabilidad porque el poder al que se estuvo sometido queda internalizado y sigue operando en la persona más allá de que no exista contacto alguno con el/la abusador/a. El camino del desprendimiento de ese poder internalizado convive en simultáneo con el trabajo terapéutico del fortalecimiento del propio poder que es el que da la posibilidad de tomar decisiones e ir delineando un proyecto de vida. De esto se desprende la importancia del respeto y el cuidado de las víctimas en todas las instancias judiciales ya que han pasado mucho tiempo esperando ser escuchadas. Es en este sentido que se compartieron diversas estrategias a tener en cuenta al momento de las declaraciones. Además se las Víctimas acordó llevar adelante acciones de capacitación, visibilización, prevención, fortalecimiento del trabajo en red y continuar con la intensa difusión de información vinculada a nuestra lucha».

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.