César Roberto Cepeda, el hombre que carga con dos denuncias por abuso sexual sobre dos hermanas, de 4 y 6 años, y otra por acoso a una adolescente de 14 en Lucas González, seguirá bajo arresto domiciliario por otros 30 días.

Así lo resolvió este viernes el juez de Garantías y Transición de Nogoyá, Gustavo Acosta. El abogado querellante Mariano Navarro dio a conocer la novedad y además dijo que en la causa se introdujo un informe pericial psicológico que daría la posibilidad de que la niña de 4 años pueda ser sometida a una Cámara Gesell para tomar su testimonio. En ese informe, además, quedaría de relieve el grave daño infringido por la conducta de Cepeda, en cuya casa las dos niñas, que son sus sobrinas, quedaban al cuidado mientras su mamá salía a trabajar.

Navarro aseveró que el arresto domiciliario no se cumplirá en Lucas González, sino que de momento Cepeda continúa en la vivienda de su padre, en Crucesitas Tercera, a 40 kilómetros de su domicilio, aunque también está la posibilidad de que se mude al casco urbano de la ciudad de Nogoyá para completar los 30 días de arresto domiciliario.

La apertura de la investigación se produjo tras la presentación de una denuncia penal por parte de los padres de la niña, MLS y AN. Luego, se sumó una segunda denuncia por parte de RPQ, madre de una adolescente, que denunció que su hija «comenzó a recibir mensajes de whatsapp de un número desconocido, el que luego bloqueó porque se trataba de un hombre mayor al cual no conocía y a eso lo compartió mediante captura de pantalla en un grupo familiar que tenemos en esa aplicación».

Con esa segunda denuncia, se allanó la finca en la que el denunciado cumple con su arresto domiciliario, en Crucesitas Tercera, y también la vivienda que ocupa en Lucas González con su familia.

Los allanamiento ordenados por el juez Acosta, que empezaron a la siesta del miércoles 8 de julio en Crucesitas Tercera y concluyeron a la noche de ese día en Lucas González. De esos procedimientos, se secuestraron 6 celuares y una tarjeta de memoria.

No bien se abrió la investigación, se le impuso 30 días de prisión preventiva a Cepeda, que cumplió bajo la modalidad de arresto domiciliario en una vivienda de Crucesitas Tercera. Vencido ese plazo, este viernes se prorrogó por otros 30 días más.

Esa medida, la prisión preventiva, se fue prorrogando -primero fue domiciliaria, después en la Jefatura de Policía de Nogoyá, y ahora, otra vez domiciliaria-: El 31 de julio el juez Acosta hizo lugar al pedido del fiscal Federico Uriburu y prorrogó la medida de coerción. El 26 de agosto, en tanto, el magistrado autorizó, a pedido del defensor, Walter Martínez, salidas transitorias de Cepeda para acudir a una sesión con su psiquiatra el próximo lunes.

El último día de agosto, y tras la presentación de la segunda denuncia por abuso sexual, el juez Acosta dispuso que Cepeda cumpla arresto en la Jefatura de Policía. El jueves 10 esa medida se prorrogó, aunque en medio ocurrió la apelación del defensor Walter Martínez. El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú revocó lo resuelto por el juez de Garantías y le concedió a Cepeda otra vez arresto domiciliario.

Este viernes 25, Acosta volvió a darle arresto domiciliario, esta vez por 30 días.

«Conforme denuncia de los ciudadanos MLS y AN -dice la apertura de la causa-, progenitores de la menor de tres años de edad (el 4 de julio cumplió 4 años, NdelR) GN, nacida el día 4/7/2016, se le imputa al ciudadano César Roberto Cepeda, que durante el transcurso del período de aislamiento obligatorio decretado a nivel nacional (cuarentena), aprovechando la circunstancia de que la denunciante dejaba a sus hijas menores de edad (G y C, de tres y seis años respectivamente) al cuidado tanto de su hermana SS como del encartado Cepeda, en el domicilio que éstos habitan en calle Eduardo Mongeloz (…)de la ciudad de Lucas González, en el horario de 13 a 16 hs. o 20 a 22 hs., dependiendo la demanda laboral de la madre de las menores, como así también en otros horarios donde la menor se quedaba en la casa de ellos en virtud de la relación de parentesco que los une, el incurso, valiéndose de la relación de confianza y rol que tenía respecto de la menor de tres años GN, en reiteradas oportunidades le dio besos en la boca y tocó por debajo de la ropa”.