El juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, resolvió este jueves prorrogar por otros 10 días la prisión preventiva a César Cepeda, acusado por dos casos de abuso sexual infantil -las víctimas, dos nenas de 4 y 6 años- y un caso de acoso a una adolescente de 14 años en Lucas Gónzlaez, a 133 kilómetros de Paraná, en el departamento Nogoyá.
La audiencia, que en principio se había programado para este miércoles 9, fue propuesta por 24 horas a petición del defensor de Cepeda, Walter Martínez. Finalmente hoy se concretó el trámite, y el juez Acosta replicó la misma medida que ya había adoptado: 10 días de prisión preventiva que el acusado cumplirá en la sede de la Jefatura de Policía de Nogoyá, con prohibición de contacto con su esposa.
Este miércoles venció el plazo de 10 días de prisión preventiva que le aplicó el juez el 31 de agosto último y que Cepeda está cumpliendo en la Jefatura de Policía de Nogoyá, sin contacto con su esposa.
El caso estalló a principios de julio. La causa quedó caratulada como «abuso sexual con acceso carnal», y la investigación está en manos de la Unidad Fiscal de Nogoyá. El sospechado, César Cepeda, tío de la niña, estuvo detenido en la Jefatura de Policía de Nogoyá luego de la denuncia, presentada el jueves 2 de julio a la mañana por los padres.
El viernes 3, el juez de Garantías Nogoyá le aplicó al sospechado de los abusos 30 días de prisión preventiva bajo la modalidad de arresto domiciliario, medida que cumplió en una finca ubicada en Crucesitas Tercera, departamento Nogoyá. Y de ese modo se evitó enviarlo a su vivienda, en Lucas González, para que cumpla la medida. Vive a pocas cuadras de la casa de la víctima.
La defensa del denunciado, quien es profesor de la Escuela Municipal de Voley Femenino y miembro de la Comisión de Padres del Colegio Castro Barros, la ejerce el abogado Walter Martínez, el mismo que fuera condenado por la Justicia por haber fraguado documentación de la herencia del hacendado José Alberto Reggiardo. Cepeda estuvo bajo arresto domiciliario en Crucesitas
Pero a finales de agosto, Alejandro Negri, papá de la niña de quien se sospecha que Cepeda abusó, presentó una nueva denuncia por el supuesto abuso a su otra hija, de 6 años. Con esa nueva denuncia, su detención cambió de lugar: de un campo en Crucesitas a la Jefatura Departamental de Nogoyá, por 10 días. Ese plazo se cumple este próximo miércoles 9 de septiembre.
Tanto de parte del fiscal Federico Uriburu como del abogado querellante Mariano Navarro está la voluntad de pedir la ampliación de la preventiva, por un plazo de 20 días. Aducen que los trabajos periciales y las medidas de prueba ordenadas todavía no han concluido. De acceder el juez a mantenerlo bajo prisión preventiva por al menos otros 20 días, Cepeda podría ser derivado a la Unidad Penal de Victoria.
La apertura de la investigación se produjo tras la presentación de una denuncia penal por parte de los padres de la niña, MLS y AN. Luego, se sumó una segunda denuncia por parte de RPQ, madre de una adolescente, que denunció que su hija «comenzó a recibir mensajes de whatsapp de un número desconocido, el que luego bloqueó porque se trataba de un hombre mayor al cual no conocía y a eso lo compartió mediante captura de pantalla en un grupo familiar que tenemos en esa aplicación».
La primera denuncia abrió la causa, que dice: «Conforme denuncia de los ciudadanos Mariel Schenfeld y Alejandro Negri, progenitores de la menor de tres años de edad (el 4 de julio cumplió 4 años, NdelR) GN, nacida el día 4/7/2016, se le imputa al ciudadano César Roberto Cepeda, que durante el transcurso del período de aislamiento obligatorio decretado a nivel nacional (cuarentena), aprovechando la circunstancia de que la denunciante dejaba a sus hijas menores de edad (G y C, de tres y seis años respectivamente) al cuidado tanto de su hermana SS como del encartado Cepeda, en el domicilio que éstos habitan en calle Eduardo Mongeloz (…)de la ciudad de Lucas González, en el horario de 13 a 16 hs. o 20 a 22 hs., dependiendo la demanda laboral de la madre de las menores, como así también en otros horarios donde la menor se quedaba en la casa de ellos en virtud de la relación de parentesco que los une, el incurso, valiéndose de la relación de confianza y rol que tenía respecto de la menor de tres años GN, en reiteradas oportunidades le dio besos en la boca y tocó por debajo de la ropa”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora