El designado obispo de Gualeguaychú, Héctor Zerdán, condenó los abusos dentro de la Iglesia Católica y dijo que los curas pedófilos son personas «enfermas», y que «hay que salir al cruce. Y hay que acompañar a las víctimas».

Zerdán, que será ordenado obispo de Gualeguaychú este domingo, durante una celebración en la Catedral San José, mantuvo un encuentro con periodistas, y señaló: “La Iglesia es muy clara. Lo primero a atender son las víctimas. A ellas debemos amor, cuidado, consejo, cobijo para que puedan sanar y superar tanto daño recibido».

El sucesor de Jorge Lozano en el sur de la provincia, amplió el concepto y puntualizó: «Luego, en cuanto al abusador, el papa Francisco y ya sus dos antecesores también trabajan con un concepto: tolerancia cero a este crimen, a este delito. Es un pecado el abuso pero también es un delito, y muy grave. Exige por ello investigación severa tanto dentro de la Iglesia como por parte de los tribunales de la Justicia ordinaria. Quien cometió abuso contra un menor, debe responder por sus actos ante la Justicia”.

En Entre Ríos son tres las causas abiertas contra miembros del clero por abusos a menores: Justo José Ilarraz, que será juzgado en Paraná; Marcelino Ricardo Moya, cuya causa fue elevada a juicio, y eventualmente el debate será en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay; y Juan Diego Escobar Gaviria, el primer cura acusado por pedofilia con fecha de juicio oral: será en agosto, en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay.

Respecto de la tarea de investigación judicial, el nuevo obispo de Gualeguayhú lamentó que la Justicia «sea tan lenta no sólo para esos casos, sino para tratar todos los casos que tiene entre manos». Y señaló: “Como se dice comunmente, cuando la justicia es lenta, deja de ser justici”.

 

Reconciliación no es impunidad


También habló de la realidad del país, y dijo: “El enfrentamiento en la Patria se ha profundizado. La Iglesia y los obispos debemos buscar y ofrecer gestos y palabras de la reconciliación», sostuvo, ante una consulta acerca de la situación de enfrentamiento que se vive en el país y la propuesta del Episcopado argentino para superar las heridas aún abiertas. Habló de la necesidad de reconciliación, y puntualizó: «Reconciliación no significa impunidad. Este es un tema que se trató durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal que se llevó a cabo a principios de mayo. La preocupación del Episcopado sobre la reconciliación no es nueva; recuerdo que siendo seminarista, a principios de los años 80, los Obispos de aquel momento ya plateaban este tema.

“En las últimas décadas, la controversia –para no hablar de grieta que es una palabra bastardeada-, el enfrentamiento en la Patria se ha profundizado, y llegamos a situaciones muy complicadas. La función de la Iglesia en general y de los Obispos en particular es la de ayudar a la reconciliación. Si la palabra reconciliación nos trae algún malestar, busquemos otra, pero en definitiva se trata de buscar el encuentro. Que no quiere decir impunidad, sino que significa buscar primero lo que nos une, dejando de priorizar lo que nos divide y nos separa”.

“Cuando la Iglesia propone reconciliación, plantea cuatro cosas: reconocimiento de la propia falla o pecado; asumir que lo hecho estuvo mal; pedir perdón; y reparar el daño hecho».

“Cuando hablamos de reconciliación estamos hablando de esto, no estamos hablando de impunidad. Creo que se ha entendido mal la palabra reconciliación cuando la planteó el Episcopado”, agregó el futuro obispo de Gualeguaychú.

Como ejemplo de qué es reconciliación, Zordán citó el encuentro del entonces papa Juan Pablo II al terrorista Alí Agca en la cárcel donde este estaba preso por haber atentado contra la vida del pontífice polaco. “Pero –dijo Zordán- lo visitó allí, lo abrazó allí y le ofreció su perdón. Sin embargo, no pidió que lo saquen de la cárcel, porque Alí Agca había cometido un crimen contra el bien común y contra una persona, y debía reparar el daño hecho”.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.